Sabedores de que las encuestas en el ámbito nacional no les favorecen, el trío integrado por el gobierno federal cuya cabeza es el presidente de la República, el Partido Acción Nacional —instituto político que detenta el poder desde hace 12 años— y la candidata del albiazul, Josefina Vázquez Mota, acordaron trabajar de manera conjunta en los próximos días y hacer todo lo que sea necesario para evitar el retorno del PRI a Los Pinos.
De este acuerdo al cual se llegó el fin de semana, se desprenderán una serie de acciones encaminadas a cerrarle todos los caminos al PRI, amarrar a los medios de comunicación y, sobre todo, arreciar la ofensiva en contra del candidato puntero el priista, Enrique Peña Nieto.
Todos, absolutamente todos, deberán de sumarse a este esfuerzo por las buenas o por las malas, so pena de ser considerados enemigos del sistema y por ende tratados de esa forma.
Y es que la desesperación empieza a cundir entre los seguidores de la candidata del albiazul, Josefina Vázquez Mota, quien se mantiene en el segundo lugar de las preferencias electorales, pero muy lejos de poder alcanzar y cerrar la contienda.
A diferencia del presidente Calderón, quien hace seis años tal vez arrancó casi de la misma forma que la hoy candidata del PAN a la Presidencia de la República, el titular del Ejecutivo poco a poco remontó posiciones y logró cerrar la contienda hasta llegar casi empatado con su principal oponente, Andrés Manuel López Obrador, a quien derrotó de manera cerrada.
Vázquez Mota no ha logrado hasta el momento arrebatarle un solo punto a Peña Nieto, quien se ha mantenido en el primer lugar de las preferencias y hasta ha crecido, lo que se veía francamente imposible.
A poco más de 15 días de haber arrancado la contienda electoral, lo cierto es que el panorama no le es nada favorable a la candidata oficial, la cual hizo una mejor campaña cuando luchó por la posición en la interna del albiazul, que en la contienda constitucional, en donde pese a todos los esfuerzos, nada más no se encuentra.
Diario de campaña 6
Que finalmente la expresidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, se salió con la suya al abortar el tema del debate convocado por la Universidad Iberoamericana y al cual habían confirmado su asistencia los candidatos del PAN, Javier Lozano Alarcón, del Movimiento Progresista, Manuel Bartlett Díaz y de Nueva Alianza, Víctor Hugo Islas Hernández.
Que la exalcaldesa movió cielo, mar y tierra y tuvo la fortuna de que el evento se cancelara, lo cual coronó con la genialidad de solicitar ante el IFE, la organización de un debate de manera formal bajo el auspicio del órgano electoral, con lo cual sale bien librada del primer tema espinoso que se le puso encima, aunque vienen nuevas cosas.
Que fueron exactamente hace dos meses cuando los propios diputados locales del PRI se apersonaron en la oficina de Pedro Joaquín Coldwell, presidente nacional del tricolor, para advertirle que la expresidenta municipal de Puebla enfrentaría problemas con su cuenta pública, pero que no les hicieron caso y finalmente la designación cayó en manos de Alcalá Ruiz.
Que la batalla por el distrito 6 con cabecera en Puebla se antoja más que interesante entre los “enriques” —Doger y Guevara— porque ambos están poniendo todo en esta contienda, en lo que parece que esta en juego en vez de ser la diputación federal es la candidatura a la presidencia municipal de Puebla.
Que la candidata de Acción Nacional a la diputación por el distrito 11 con cabecera en Puebla, María Isabel Ortiz, hasta ahora es la que mejor realiza su trabajo, el cual se basa en una estrategia de aire por todos los puntos de su distrito, apuntalada por una buena estrategia de mercadeo político, que hasta ahora le ha valido para ser reconocida como la mejor campaña de lo que se ha visto hasta ahora, en donde hay muy poco que sea digno de destacarse.
El gobierno federal, el PAN y Josefina van con todo
PUBLICIDAD