La cordura se ha impuesto y la Comisión de Gobierno de la Asamblea del Distrito Federal decidió no subir al pleno, es decir no someter a discusión ante toda la Asamblea (lo que se llama el pleno) la propuesta para prohibir la celebración de corridas de toros en nuestra capital. Sería la lluvia, verdadera tormenta de tuits, un gran número de mensajes en las redes, ataque masivo de los verdaderos aficionados a la más bella de todas las fiestas, pero el caso es que la mencionada comisión optó por no llevar a la Asamblea, al palenque discursivo la antirracional propuesta. Antes, coordinadores integrantes de esa Comisión de Gobierno habían declarado que el análisis, el estudio de la tal propuesta no lo encontraban prioritario. Es decir, existen asuntos de verdadera importancia y urgencia que deben ser estudiados, por lo que al menos en el periodo de sesiones que concluyó el lunes 30 de abril ya no subió el asunto al pleno. Debido a ello —y ante la evidencia de que existen otras prioridades, como el proceso electoral y sus consecuencias— se puede afirmar que la descabellada propuesta queda congelada. La “nevera” es el lugar al que estaba destinada. Y no sólo eso es buena noticia, pues en Cataluña se ha decretado que los toros vuelven a Barcelona tan pronto inicié 2013, y tanto en España como en México cada vez son más las entidades que aprueban, y por gran mayoría, la declaratoria de la fiesta como un bien Patrimonial, Cultural e Inmaterial en sus territorios, por lo que la fiesta y sus tradiciones seguirán vigentes por buen tiempo, al menos hasta que a los descerebrados antitaurinos se les ocurra volver a joder.
Ahora bien, una cosa va con otra; para que exista la fiesta, ésta debe ser triunfante, apoteósica y afortunadamente eso está ocurriendo en nuestras plazas, los sonoros triunfos, con los tendidos llenos a reventar y un público entusiasta eufórico aclamando triunfos y tardes para recordar —como ha venido ocurriendo en plazas como Aguascalientes en el seno de “La Feria de Ferias”, se vienen registrando auténticos entradones; y lo que es más importante de señalar y apostillar, los triunfos, junto a toreros de primera línea mundial como José Maria Manzanares y Sebastián Castella, de toreros nuestros como Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar —cuyo valor sereno y enorme arrojo causan admiración y asombró— y Arturo Macias, quien parece haber retomado el sendero del triunfo que por su actitud, prestancia y enorme carisma le corresponde, y más recientemente Julián López “El Juli” ha dado a todos ellos su respuesta de casta y figura; por ellos, y con ellos, junto con los nuestros que hacen campaña en España, vamos con el contundente: ¡sí a los toros!