De verdad que en el futbol mexicano suceden las cosas más extrañas que nos podamos imaginar, los intereses mezquinos están por encima de cualquier intento del famoso fair play, y es que después de observar la final de la liga de ascenso entre León y el equipo poblano Lobos BUAP nos damos cuenta que poco importa el espíritu deportivo, que es insignificante que una escuadra como la universitaria llegue a esas instancias por méritos propios, que el respeto al esfuerzo y a la dedicación de un grupo de jóvenes en su mayoría mexicanos es lo de menos cuando el maldito dinero, los compromisos y los intereses de grupo predominan, no olvidemos que en la semifinal pasada frente a Necaxa ya había sucedido un atentado similar al dejar al equipo con diez hombres desde el minuto 15 del primer tiempo, sin embargo ahí los chavos se fajaron y con el corazón por delante sacaron la casta y el resultado que los llevo justamente a ser finalistas, para la última instancia y después del susto que se llevaron cuando se dieron cuenta que la BUAP tuvo abajo en el marcador al Superlíder invicto y abocado al ascenso León al son de tres por uno los focos rojos se prendieron y ya para la vuelta no quisieron correr riesgos, elimínenlos a como venga, no vaya a ser la de malas, y es así como en un partido bien complicado para los Lobos y en donde a modo de ser sinceros los de bajío se mostraban en su casa como un equipo mas fuerte y poderoso que los universitarios pero sin poder definir el partido a su favor claramente, es decir a 45 minutos de iniciado el cotejo el marcador era de apenas 1-0, y honestamente cualquier cosa podría pasar en el segundo tiempo; sin embargo nos quedamos con las ganas de ver una buena final pues el arbitro expulso a Jair García al final del primer tiempo en una jugada intrascendente por el rumbo del tiro de esquina donde argumenta que en el trompicón el poblano le da un pisotón al leones, es decir según el arbitro es una agresión, correcto, sin embargo me pregunto por què le sacó la segunda amarilla cuando el reglamento es clarísimo en ese sentido y no le sacó la roja directa, simplemente por ese detalle se va a la basura su argumento de agresión mediante un pisotón, la consigna era dejar a la UAP con uno menos para el segundo tiempo no fuera que se les complicara de mas el partido, ya con eso en el segundo tiempo el equipo mantuvo el espíritu a pesar del hombre menos; es cierto, ya no generó peligro al frente pero atrás se mantenían bien parados y a la espera de alguna situación que les permitiera empatar para buscar el alargue, sin embargo la segunda anotación del anfitrión no llegaba y es así como en una falta dentro del área universitaria a favor de estos el árbitro en su afán de esquivar el balón empuja accidentalmente a Daniel Tehuitzil y éste con ganas o sin ganas pisa al delantero del León que se encontraba tirado en el piso, lo que fue suficiente para sacar la segunda tarjeta roja de la noche y dejar a Lobos con 9 en la cancha, lo demás ya fue un festín para los del bajío que con tal superioridad lograron el 2 por 0 y ya más adelante con 8 en la cancha vino la goleada final de 4-0 para un global de 7-3 en la Final de ascenso donde los panzas verdes con todo a su favor intentaran regresar al máximo circuito después de diez años derrotando a otro ex de primera división los Correcaminos de Ciudad Victoria Tamaulipas.
Lo que no acabo de comprender es como un equipo tan potente en la liga de ascenso como lo es el León, que además marcha invicto en el torneo hasta la fecha, puede ver opacado su campeonato con un arbitraje tan descarado y parcial como el que vimos el sábado pasado, en serio no lo necesitaban, su accionar y sus números durante el torneo avalaban su futbol, además la FMF y la comisión de arbitraje que necesidad tenían de manchar la final, si como parecía León sería finalmente un digno campeón, por lo menos así lo decía el marcador antes de la expulsión de Jair García, como diría “el filósofo” Juan Gabriel, “pero qué necesidad”.
Como sea, bien vale la pena reconocer el grandísimo esfuerzo realizado por los universitarios, un equipo que nadie apostaba por ellos al inicio del torneo, y después de las cinco derrotas en el torneo menos, sin embargo con la llegada de Orduña contando con el apoyo de Ruiz Esparza y la valiosa colaboración de todos los miembros del patronato encabezados por el rector Enrique Agüera lograron lo que nadie pensó ni imaginó, llegar a la final de ascenso que creámelo, usted es un verdadero logro para la universidad pues llegar a estas instancias no es nada fácil.
Para terminar, me parece que hoy la comunidad universitaria debe sentirse alagada y orgullosa de tener un equipo no de nombres, sino un equipo de hombres que a pesar de todas las dificultades pusieron el nombre de Puebla y de la UAP en lo más alto a nivel nacional, pues además se tuvo la oportunidad de que a travez de la televisión en México se diera a conocer el nuevo y bonito Estadio Olímpico Universitario, así es que felicidades a toda la comunidad universitaria y en hora buena por este subcampeonato, no tengo duda que si se sigue trabajando con ese profesionalismo y seriedad Lobos pronto será de primera.
Nosotros como siempre seguiremos en Línea.
Hasta la próxima.
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