De verdad que es una lástima que los intereses particulares estén acabando con el futbol poblano, esa intestina lucha por el control del equipo está dando al traste no solo con las relaciones personales entre los involucrados, sino en especial con el equipo camotero, temporada a temporada los aficionados al equipo Puebla se hacen la misma pregunta: ¿por qué no podemos tener un equipo protagonista? La respuesta es muy simple, porque los enemigos del Puebla no son los otros 16 equipos que participan en la Primera División, porque lo más triste de todo es que los verdaderos enemigos del equipo se encuentran aquí mismo; sí ,aquí en esta ciudad y no son otros que aquellos que con relaciones en medios de comunicación intentan por todos los medios desestabilizar al club en su interior tratando de generar un ambiente hostil que desemboque en la falta de confianza hacia la institución y que de alguna manera aleje a los patrocinadores del equipo debido a la falta de certeza jurídica.
¿Quién paga los platos rotos?
Sin temor a equivocarme le aseguro a usted que en esta guerra intestina que tiene como protagonistas a Ricardo Henaine, Jesús López Chargoy, Francisco Bernat, Eduardo Abraham, Justo Olvera, Sánchez Solá y Emilio Maurer, el único perdedor es el verdadero aficionado, aquel que cada 15 días paga su boleto para ir al partido con la esperanza de ver a un equipo ganador, ese aficionado que cada que el Puebla pierde se le arruina su semana, ese aficionado que vive con la zozobra del maldito descenso; ése es el verdadero perjudicado.
Se equivocan los que piensan que con la supuesta caída de Henaine de la presidencia del equipo se obtendrá un triunfo, pues no se han puesto a pensar que quizás cuando logren su objetivo (si es que lo logran) podría ser demasiado tarde para salvar al equipo del descenso y dejar al estado de Puebla sin futbol de Primera División.
Qué pasaría si efectivamente los patrocinadores se retiraran del equipo Puebla y no se contara con los recursos suficientes no solo para mantener el equipo sino para ni siquiera poderlo reforzar adecuadamente, simplemente se estarían entregando las armas con muchísima anticipación al inicio del torneo.
La ambición de estos personajes no les permite ver mas allá de sus narices, ven el árbol pero no ven el bosque, solamente piensan en ellos y en sus patéticos intereses, intereses que van de la mano con la desesperación por ser reconocidos públicamente, por ver únicamente por ellos y por nadie más, además olvidan que a los únicos que se deben de cuidar son a los aficionados, quienes al final del día son los verdaderos dueños del equipo, los que lo mantienen y los que gozan y sufren con el.
Quizás tampoco los comentaristas y los columnistas deportivos en especial de la ciudad se han dado cuenta de lo que también ellos perderían al no tener Puebla equipo de Primera División, a mí me parece que en un posible descenso del Puebla no existirían ganadores y perdedores, simplemente seriamos perdedores todos, así que más vale que cada quien desde su trinchera valore lo que esto podría significar antes de ver por los intereses de determinados personajes.
En lo que a mí respecta me da lo mismo quién o quiénes sean los dueños del equipo Puebla, es más, siempre he pensado que los problemas de este equipo se terminarían el día que una empresa poderosa fuera la dueña del mismo, sin embargo al día de hoy esa no es la situación y por lo mismo debemos respaldar al equipo esté quien esté, pues es un hecho que los directivos van y vienen pero el equipo, la institución y los aficionados siempre se quedarán y es por eso que debemos cuidar y proteger lo que es nuestro, si no lo hacemos así, más temprano que tarde todos, absolutamente todos, nos estaremos lamentando de lo que ya no tendrá solución, ya lo verán, al tiempo.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
Involución del futbol poblano
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