¡Uy, qué miedo!, los funcionarios municipales del PAN junto con sus candidatos salieron el pasado fin de semana a hacer campaña electoral por Josefina Vázquez Mota.
Vestiditos de azul, con sombreros, gorras y lentes oscuros, se pararon en varios cruceros de la ciudad para impulsar a doña Josefina, buscándole dar tantito aire y rezar para que levante en este último trecho de la campaña.
Como en sus buenos tiempos en Acción Juvenil o como los activistas duros de la UPAEP, cuando salían a marchar en defensa de la vida y los valores cristianos, así anduvieron los ahora “dirigentes y grandes funcionarios” del blanquiazul. Se vieron medio ridículos repartiendo volantes, sonrieron a los conductores y regalando utilitarios con la imagen de Jose.
Además, tratando de decirle al dirigente local del PRI, Fernando Morales —aquél que un día fustigó y criticó a su papá— que no le tienen miedo a su demanda y que harán campaña electoral sin pena alguna. Total, desde que comenzó la campaña desde las oficinas y dependencias del ayuntamiento, hacen trabajo para su candidata y su partido.
Mientras, a los ciudadanos poblanos que nos lleve el tren, porque los señores azules que dirigen la ciudad prefieren hacer campaña y reunirse en lo oscurito, allá por Zavaleta, para ver cómo bajan los recursos y programas sociales en estos 30 días que faltan de campaña.
Qué importan los robos, asaltos y la creciente presencia de malandrines y delincuentes por toda la ciudad, puede seguir creciendo. Ya vimos que a la administración municipal o al PRI estatal les “valen gorro” los ciudadanos, prefieren seguir en sus disputas de “cochinos contra marranos”.
Los panistas y priistas son burdos, se acusan de lo mismo y siguen haciendo lo mismo, sólo simulan y se denuncian para estar en la agenda mediática.
¿Ustedes creen que la Policía Municipal haga algo para detener la creciente ola de asaltos y robos en el centro y calles cercanas de la ciudad? La neta no. Por ejemplo, el pasado domingo, en la 9 Sur, entre 19 y 21 Poniente, le robaron su vehículo a una mujer que trabajaba en su local de manualidades, impotente nada pudo hacer. Dice que llegó un taxi marca Tsuru, se estacionó frente a su domicilio, bajaron tres rufianes y en fracción de segundos lo abrieron y se lo llevaron. La víctima es una mujer común, su carro es un modelo atrasado, lo utiliza para llevar a su hija a la escuela y para el trabajo. Por estas calles y muchas otras, la vigilancia es nula, a estos delincuentes les vale gorro a quién asaltan o roban, son bandas que conocen la ciudad.
Otro asuntito, el domingo por la noche en el bulevar Atlixco y la 25 Poniente, por la noche, un sujeto joven sin facha de asaltante tenía en el suelo a una jovencita, se acercó un taxista y eso la salvó de ser robada, el cobarde asaltante huyó corriendo.
En algunas universidades se han introducido a las aéreas internas dos o tres chavos, ubican a sus víctimas y les arrebatan el bolso con su tableta o celular. En el centro de la ciudad han asaltado a las chavitas que salen de sus escuelas y en algunas colonias los atracos están a la orden del día.
La delincuencia se ha incrementado en nuestra ciudad y los policías no hacen nada por la seguridad de los ciudadanos. Total, cuando les pedimos auxilio llegan tarde o algunos están coludidos con estas bandas de maleantes.
Eso sí, los funcionarios panistas se siguen rasgándose las vestiduras por afirmar que no cometieron ningún delito electoral, que son unos angelitos del Señor y que no se parecen en nada a los priistas.
Los tricolores hacen un escándalo con su grabación, sin acordarse lo sucedido con otra grabación en los tiempos de Mario Marín Torres. Gritan, se tiran al suelo y piden castigo para los que inducen y cooptan a los trabajadores del ayuntamiento.
Pero cuando ellos hicieron lo mismo en todas las dependencias, en sus tiempos de bonanza, nadie les dijo nada. ¿Acaso don Melquíades también es hoy un demócrata, puro e impoluto que nada tiene que ver con el pasado?
Fernando Morales y Juan Carlos Mondragón deberían de estar cuidando los derechos y la seguridad de los habitantes de nuestra ciudad, en lugar de estar como señoritas acusándose quien de los dos está o hará fraude electoral.
Que no se hagan patos, tanto el PAN como el PRI, están operando para sus candidatos, sólo que el primero tiene dinero, estructura y una burocracia municipal que de manera paralela trabaja por el blanquiazul; el otro no tiene recursos propios, no gobierna y su estructura necesita de gasolina.
En fin, las casas de gestión azul, en lugar de ser espacios propios para gestionar cualquier servicio municipal sin distingo político, se convirtieron en casas de campaña para brindar servicios públicos a costa de votar por Vázquez Mota y los débiles candidatos a diputados.
Pobres de nosotros los ciudadanos que nada podemos hacer en contra de los delincuentes, cuando seamos asaltados, sólo escucharemos las sirenas escandalosas de las patrullas que nunca atrapan a nadie.
Tampoco sé qué hará aquella persona a quien le robaron su carro, que no tenía ni seguro. Menos por las chavitas que prefieren un golpe a que les roben su celular, porque no tendrán para otro. Nadie nos puede mentir, la violencia urbana, los asaltos y robos van a la alza y ninguna autoridad los para.
La gente está cansada, molesta, se enoja y con justa razón; por eso aplaude a los jóvenes que han salido a la calle para pedir que las cosas cambien mediante un voto consciente e informado.