Andrés Manuel López Obrador por sí solo lo ha logrado. Sumando el trabajo de Manuel Bartlett Díaz en Puebla y sin ningún candidato a diputado que le sume o le aporte algo a su campaña, pelea hoy codo con codo con Josefina Vázquez Mota y con Enrique Peña Nieto.
El candidato de las izquierdas arrastra a personajes como Mario Chapital de la Rosa, el cual no ha hecho el mínimo esfuerzo por simular que esta campaña y es el vivo ejemplo de cómo la izquierda carga con personajes que poco o nada aportan a la campaña del tabasqueño.
Lo mismo ocurre en el distrito 9 en donde Abelardo Cuéllar se encuentra muy bien posicionado, pero tal vez hubiera podido hacer más si tuviera más recursos y el apoyo de una estructura como la tienen los candidatos del PAN y del PRI. La historia se repite en el distrito 11 de Puebla en donde Luis Bravo empezó con entusiasmo la campaña, pero ahora no se le ve por ninguna parte.
Es un hecho que los candidatos del Movimiento Progresista no cuentan con los recursos que tienen los azules y los tricolores, pero también los candidatos han dejado mucho que desear en torno a su trabajo.
Solo Manuel Bartlett Díaz, pese a estar amarrado con un lugar dentro de la lista de candidatos plurinominales al Senado de la República, ha hecho un trabajo serio, lo cual le ha valido pelear por entrar de manera directa a la Cámara alta. El exgobernador de Puebla ha rebasado todas las expectativas y ha sabido responder a la confianza que le depositaron, cuando muy a regañadientes le dieron la oportunidad de encabezar la formula del Movimiento Progresista al Senado debido a sus antecedentes tricolores.
No obstante todo esto, el peso de la campaña presidencial que López Obrador ha desarrollado en Puebla le basta para pelear, insisto, codo a codo con Enrique Peña Nieto y con Josefina Vázquez Mota.
¿Qué hubiera pasado si en vez de estos personajes, el tabasqueño hubiera ido con personajes de mayor peso político o social?
Si bien es cierto que en las campañas presidenciales el peso completo de la contienda lo llevan los candidatos a Los Pinos, también lo es que quizá un trabajo al menos más serio hubiera podido posicionar aún más la marca del tabasqueño, el cual tiene en Puebla a uno de sus bastiones para la contienda presidencial.

¿Puebla, voto diferenciado?
En 2006 el entonces candidato al Senado de la República por el PRI, Melquiades Morales Flores, obtuvo 200 mil votos más que el candidato a la Presidencia de la República, Roberto Madrazo Pintado, los cuales resultaron insuficientes para vencer a Rafael Moreno Valle en dicha contienda.
En la elección local de 2010, muchos candidatos a diputados obtuvieron en sus distritos una votación mayor a la que registró el candidato por el PRI a la gubernatura, Javier López Zavala. Hoy las tendencias hablan de escenarios similares, es decir, que se pudiera dar el caso de que un candidato diferente gane la Presidencia de la República, otro partido se quede con el Senado y también haya resultados diferentes en las diputaciones, donde PAN, PRI y hasta PRD pudieran ganar un distrito de mayoría.
Lo que es un hecho es que el crecimiento de Andrés Manuel López Obrador en Puebla es sin duda de llamar la atención.
Hace seis años también obtuvo buenos números con una votación histórica que lo colocó en el segundo lugar, con más de 600 mil sufragios, pero ahora la expectativa es que pudiera ser más, a menos que la operación morenovallista lo contenga.