Hace unos días en mi columna “El Laberinto”, que se pública todos los lunes en el portal NG Puebla, escribí sobre la inminente alianza que se avecina entre priistas y panistas, quienes han cohabitado y cogobernado este país desde hace 24 años.
Hoy más que nunca la alianza se ve inminente para frenar a un enemigo en común que amenaza con violentar el status quo establecido por ambos partidos desde el fraude de 1988, año en que se sacudió México y se abrió una nueva era. La intervención del presidente de la República y su tuit en el proceso electoral el pasado domingo dan una luz de por donde van las cosas, así como también la aparición en escena del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, para aclarar las cifras dadas a conocer por Andrés Manuel López Obrador durante el debate, dejan ver que en Los Pinos es mejor entregarle la banda presidencial al mexiquense que al tabasqueño.
Del otro lado, lo repudiable es la manipulación que se quiso hacer ayer por parte de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador de una encuesta de la empresa Berumen y Asociados, la cual se difundió con el fin de hacer creer que AMLO había rebasado a Peña Nieto en las preferencias electorales. Tuvo que ser el propio Berumen quien saliera a aclarar las cifras de su estudio demoscópico y dejar en claro que aún hay 6 puntos de ventaja a favor de Enrique Peña Nieto, es decir, casi 3 millones de votos más a favor del mexiquense.
Lo que también es reprobable son las muestras de intransigencia y provocación que generaron un grupo de “jóvenes” que atacaron ayer en Tepeaca la camioneta en la que viajaba el candidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto. La forma de actuar de este grupo puso en riesgo a mucha gente y pudo derivar en algo mayor, que por fortuna y mucha suerte no ocurrió.
Por cierto, al buzón de las Serpientes y Escaleras llegó información en el sentido que el movimiento antiPeña en Tepeaca había sido promovido por el empresario Gabriel Valencia de la Luz, quien en sus inicios fue priista, pero al negársele la candidatura a la presidencia municipal de este lugar se cambió a las filas de la izquierda y buscó ser candidato en 2012 a la diputación federal, aunque fue hecho a un lado.
Esto, como diría Pepe Momoxpan, “se está poniendo reemocionante”.
Lo que cuentan
Dice que un gobernador de por aquí “cerquita”, por aquello de las asquerosas dudas y preocupado por el crecimiento electoral de López Obrador en su estado, comenzó a tejer puentes con el tabasqueño, pese a contar con el padrinazgo de Elba Esther Gordillo y ser un obsesivo patrocinador de Televisa.
Dicen que este gobernador buscó entrevistarse con el exgobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, coordinador de la campaña de López Obrador para ponerse a sus órdenes y ofrecerle su “apoyo”.
Cuentan que también buscó a su “carnal” Marcelo, con quien tiene una muy buena relación y del que, se dice, tiene intereses en la obra pública de Puebla, para que sirva de enlace junto con Manuel Camacho Solís para estar cerca de AMLO.
Una tercera vía para obtener el amor del tabasqueño ha sido financiar parte de la campaña de Graco Ramírez, candidato a la gubernatura del estado de Morelos y quien se perfila como el ganador de la contienda en la vecina entidad. Graco es gente cercana al candidato de las izquierdas y se dice que le han ofrecido todo con tal de que sirva de enlace con “El Peje” para que si gana no vea a esa entidad y, sobre todo al gobernador, como un “enemigo”.
En fin, dentro de toda esta serie de trascendidos, lo que también cuentan es que el crecimiento de López Obrador en este estado le quita el sueño a este gobernador, que nunca en sus escenarios contempló la posibilidad de que se pudieran desbordar las cosas, sobre todo porque él es muy dado a tratar de controlar todo y ya se dio cuenta que hay variables que escapan de sus manos.
Y es que cuentan que sus números señalan que López Obrador se puede alzar con el triunfo el próximo 1 de julio, de hecho, cuentan que siente y platica en corto que se vive el mismo efecto entre la gente, que el pulso durante su campaña en 2010.
La inevitable alianza

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