Por fin hoy se cumplen 90 días de campañas y después de las 12 de la noche ningún candidato a un cargo de elección popular podrá hacer cualquier tipo de proselitismo electoral. ¡Que paz! Lo que para la mayoría de ellos fue muy poco tiempo para nosotros los mexicanos han sido los 3 meses más tormentosos del año.
Mire que tolerar millones de spots de radio y televisión, entrevistas, programas especiales, debates y guerras sucias es un gran mérito para nuestro cerebro. Pues de forma directa o indirecta éste recibió cada uno de los mensajes transmitidos. Que martirio.
Ahora, durante los próximos 3 días los aspirantes a diputados, senadores y presidente de México estarán en sus respectivos búnkeres preparando a su ejército, el cual, capacitado o no, tendrá en sus manos los hechos del próximo 1 de julio. ¡Claro! La vigilancia, la movilización y la estructura pero no la voluntad de los electores.
Por primera vez en México nos enfrentamos a un proceso electoral en el cual, pese a las encuestas todo sigue en el aire. Por alguna extraña razón pareciera que existen escenarios más allá de los estudios demoscópicos y eso tiene asustados a muchos. Si en realidad el candidato priista Enrique Peña Nieto lleva tantos puntos de ventaja, en lo cotidiano, en el día a día, no lo parece.
El evidente crecimiento de Andrés Manuel López Obrador representando a la izquierda es verídico, sin embargo, podrían existir circunstancias ajenas a los electores que no lo dejasen pasar.
Josefina Vázquez Mota es considerada muerta políticamente. Pero pese a su muerte cerebral, la realidad es que el gobierno federal es emanado del partido azul; si desea y quiere puede operar desde Los Pinos para que sea la primer mujer presidente de este país. El escenario es complicado pero no imposible.
Aún los porcentajes de los indecisos, aquellos que no han tomado una decisión, es muy alta. Ellos podrán convertirse en el parteaguas del 1 de julio y cambiar la historia de este país, pues pese a los resultados del próximo domingo la realidad es que será histórico para México.
Será quizá la primera elección que ha estado más cerca de la verdadera democracia.
Usted, ¿ya sabe por quién votar?