Este día en Casa Puebla habrá una comida con una buena parte de la estructura panista en el estado, para ponerse de acuerdo en la forma en que se operará la elección del próximo 1 de julio, para que el albiazul no salga tan lastimado dentro de este proceso electoral.
De entrada, por ahí de las 13:00 horas el operador político del gobernador, Eukid Castañón Herrera, se reunirá con Paco Abundís, el director de la empresa de estudios de opinión Parametría, para recibir los resultados de un último sondeo, previo al proceso electoral del próximo domingo.
También Castañón recibió resultados de la más reciente encuesta del CISOP de la UAP y definitivamente el operador de gobernador tiene mucho trabajo por delante de aquí al domingo. Sobre todo porque si Puebla no aporta los votos necesarios para la cuarta circunscripción, el operador de lujo del morenovallismo corre el riesgo de quedar fuera de San Lázaro, su décimo primer lugar en la lista como aspirante a la diputación federal está en riesgo.
Posiblemente hasta cambien esta segunda reunión cambie de sede, tras la publicación de esta columna. La primera se llevó a cabo hace una semana en el más completo sigilo, incluso los celulares, los nexteles y las blackberrys los tuvieron que dejar fuera. De hecho, tengo en mis manos los números de los resultados del estudio que ayer le entregaron a Castañón, pero que no fue posible publicar.
Por cierto, un hecho que llamó la atención es el incidente que ocurrió el pasado martes por la noche en Huauchinango donde siete brigadistas de Lupita Vargas, hija del secretario de Seguridad Pública en el estado, fueron detenidos cuando repartían publicidad de la candidata y remitidos por órdenes el presidente municipal, Omar Martínez Amador hermano del candidato del PAN a la diputación, Carlos Martínez, y ambos sobrinos de Alberto Amador Leal.
Como era de esperarse, el incidente provocó la furia de Ardelio Vargas, quien demandó la liberación de los brigadistas y amenazó con ir personalmente a Huauchinango por los jóvenes detenidos a costa de lo que fuera. La cosa no llegó a mayores porque de manera oportuna intervino directamente el gobernador Rafael Moreno Valle para calmar los ánimos.

Más deuda para Puebla
Bajo el esquema de los PPS se prepara para sumar más deuda para el estado, y ya hasta vi que van a salir con la cantaleta de que no es deuda directa; al menos así dice la carta enviada a e-consulta por la gente de la Secretaría de Finanzas, pero para los efectos es lo mismo, pues terminarán pagando con el dinero de los poblanos. ¿O no?
El excelente trabajo de la reportera Claudia Lemus y del periódico e-consulta arroja otra dato revelador, la obra se había estimado en su inicio en mil 200 millones de pesos, no obstante ahora se dice que tendrán que gastar 3 mil 800 millones de pesos más, por lo que en total el llamado Centro Integral de Servicios, que se supone albergará a todas las dependencias de la administración estatal, tendrá un costo total de 4 mil millones de pesos y será en esta estructura en donde el gobernador Moreno Valle rendirá su segundo informe de labores.
Con 4 mil millones de pesos se podrían pavimentar 4 mil calles de la ciudad de Puebla, la cual luciría impecable, construir miles de aulas escolares, mejorar las redes de agua potable de cientos de localidades del estado o ayudar a miles de familias indígenas.
Tanto que se quejaban del sobre costo en las obras de la pasada administración y ahora salen con lo mismo.
Los 3 mil 800 millones de pesos de la nueva deuda, que según el gobierno no es deuda, se pagarán en un periodo de 23 años y 9 meses, es decir, está empeñado el futuro de al menos una generación por una obra que únicamente servirá para albergar oficinas gubernamentales.
No, pues sí.