Faltan tres meses y cachito para que finalice el 2012 y muchas pero muchas cosas políticas estaremos viendo y presenciando, bueno aún falta lo mejor para el 2013. En todos los frentes políticos locales se habla de las próximas elecciones intermedias y sus candidatos, en algunos las pasiones andan sueltas, los nombres se promocionan por doquier y las contradicciones internas están a la orden del día; otro hablan y “grillan” con mucha intensidad pero muy despacito, sus camarillas hacen sus “amarres” para lo que se acerca y buscan no ser escuchados por el adversario de enfrente.
 Quien diga que en Puebla no pasa nada, se equivoca, hay mucho movimiento social, político y económico, eso es bueno, por ejemplo, ahora que Enrique Peña Nieto ha sido reconocido como presidente electo de México, la recomposición de fuerzas regionales en el estado se modificará y el PRI volverá a tomar vuelo. Sus viejos grupos de administraciones pasadas anclados en municipios y distritos volverán aparecer, defenderán sus parcelas políticas. Todos quieren espacios y candidaturas, quieren seguir viviendo políticamente y se sienten protegidos de nuevo por el manto presidencial que ayer no tenían.
Sin embargo, vale la pena hacer un pequeño paréntesis y comentar que en lo económico también hay buenos movimientos para los poblanos —mejores que los políticos— con la próxima instalación en territorio poblano de la armadora de automóviles Audi, muchas cosas cambiarán en beneficio de Puebla. Se abrirán miles de plazas de trabajo, se impulsará el desarrollo regional, vendrán inversiones y un nuevo corredor industrial empezará a crearse. Obvio en un mediano plazo crecerá nuestra economía. Claro, también traerá efectos no positivos, como las migraciones internas y externas, encarecimiento de los servicios públicos, exigencias de más infraestructura, transporte, vivienda, seguridad y necesidad de cuidar el equilibrio ambiental entre muchos otros, asuntos que el gobierno no puede descuidar.
Nada que regatear, hay que reconocer, la actual administración gubernamental hizo su parte, aportó, gestionó y ofreció la mejor oferta para que la inversión de dicha planta automotriz se quedara en nuestro estado.
Pero regreso al tema inicial, subrayo que para la coyuntura electoral del 2013 que está a la vuelta de la esquina, si el Partido Acción Nacional (PAN) decide ir solo a la contienda intermedia, perderá. Hoy no le alcanza para ganar, se quedará sin nada y se convertirá en una fuerza testimonial. Lo mismo le sucederá al PRD, posiblemente más, solo o con los demás partidos de la seudo izquierda, perderá. Sus elucubraciones mentales, sobre los votos obtenidos del pasado 1 de julio, son “chafas”. Ambos partidos quieren ser muy puristas, pero en la realidad lo único que provocarán será que gane el PRI.
Con todas las interpretaciones que se quieran hacer, válidas o no, con las posturas ideológicas que se quieran ver, pero tanto el PRD como Acción Nacional, vienen de una “derrota electoral”. Las elecciones locales del 2013 son importantes y estratégicas, más allá de los cuatro años y medio para diputados y presidentes municipales.
Hay un referente real, que hizo posible la derrota del PRI en el estado durante las elecciones para gobernador, la coalición entre varios partidos diferentes entre sí, quiénes se impusieron al partido que durante más de 70 años nos gobernó. La única forma de contener al Revolucionario Institucional en estos tiempos, es con una alianza electoral.
La única vía electoral, política y legal para romper los cacicazgos en los estados que tanto daño hacen a sus sociedades, es rompiéndolos por dentro y haciendo grandes alianzas partidarias, para empezar a reconstruir las instituciones y hacer que mejoren las condiciones de vida de los ciudadanos.
En los propios partidos como el PAN y PRD, en donde aún se anidan posturas patrimonialistas, conservadoras y caciquiles, estas deben ser derrotadas desde su interior, para romper los controles de grupo y sectarios que mantienen secuestrados a esos institutos. Es la única vía estatutaria para restaurar su vida interna, su buen funcionamiento, su organización y hacerlos más democráticos para ponerlos al servicio de la sociedad.
Sobre los priistas ni hablar, siempre han sido miedosos, por eso es un partido autoritario, nunca han enfrentado a sus grupos caciquiles que los dirigen, por eso no cambiarán y seguirán siendo los mismos. Todo acatan, todo obedecen y los candidatos que les imponen son los mismos de siempre. No dejan que existan otros rostros políticos. Después gobiernan para ellos mismos, no para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
El Yunque y “Los Chuchos” son idénticos, son conservadores, verticales, autoritarios y sólo ven para sus propios beneficios políticos, no tienen visión de poder y tampoco quieren dejar el control de sus aparatos partidarios por todas las prebendas que obtienen, por cierto muy pocas, en comparación con los intereses colectivos de una sociedad como la nuestra, que busca construir un mejor presente y un futuro para sus hijos.
Ese “bicho” que traen en la cabeza algunos “dirigentes locales de la izquierda” y la derecha sobre las alianzas, es mera demagogia, sólo simulan y quieren verse como los más impolutos con eso de sus “principios ideológicos”. Sólo le hacen la “chamba” gratis al tricolor y lograrán que esos miles de votos anti PRI que se dieron en los comicios pasados, se conviertan en polvo. Peña Nieto estará feliz, no invertirá gran cosa en las elecciones locales, volverá a recuperar estados con esos amigos que tiene entre los panistas y los perredistas.