El día de ayer el autor de Garganta Profunda en el portal Puebla OnLine, Arturo Luna puso en el escaparate político el nombre de Germán Sierra Sánchez como el posible reemplazo en la dirigencia estatal del PRI, en caso de confirmarse la salida de Fernando Morales.
Sin duda, el nombre de Germán Sierra movió las aguas haciendo reflexionar al priismo local sobre los puntos positivos y negativos que arrastra este personaje. En esa lógica, vale la pena analizar lo que hoy anhelan las huestes tricolores. De entrada, lo que piden a gritos los priistas es la llegada de un líder autónomo, lejano a los intereses del poder estatal, lo que Sierra Sánchez cubre con sobrada manera.
Para nadie es un secreto que el actual gobierno morenovallista cuenta con montañas de expedientes que involucran a mucho de los priistas en actos de corrupción, mismos que están listos para ser utilizados en caso de cualquier acto subversivo de cualquiera de ellos. En términos vulgares, diríamos que los tienen “agarrados de los huevos”.
Sin duda, éste es el punto que hace fuerte a Germán Sierra quien no sólo está ajeno a estas historias de corrupción, sino que además ha sido víctima de los excesos del grupo gobernante. Por otra parte, con el paso de los años Sierra Sánchez ha logrado sacudirse las ligas con los grupos de poder, por lo que no puede ser señalado ni como melquiadista, marinista y mucho menos bartlista.
En contraposición, los negativos de Germán apuntan a sus facetas perdedoras, las cuales nada tienen que ver con la posición de liderazgo que podría ocupar en el Comité Directivo Estatal del PRI.
Y aunque también está sonando el nombre de Alberto Jiménez Merino para pelear por la dirigencia estatal del tricolor, es prácticamente un hecho que su capacidad en los temas relacionados con el campo lo llevarán a ocupar una cartera relevante en el gobierno federal.
Así las cosas, vaya usted apuntando a Germán Sierra como el hombre a seguir en los próximos días, en caso de concretarse el cambio de dirigencia en el PRI estatal.

O todos coludos, o todos rabones
Sin convocatoria de por medio ni reglas claras por parte de los diputados locales arrancó la rebatinga por la renovación del Consejo General del IEE.
Los consejeros electorales Olga Lazcano Ponce y Fidencio Aguilar Víquez buscan perpetuarse en el cargo. La pregunta es ¿bajo qué criterio buscan reelegirse?, si es manifiesta la mediocridad con la que se desempeñó el actual Consejo General del IEE.
Sin los diputados avalan esta decisión tendrán que explicar las factores que orillaron a privilegiar a algunos consejeros. Lo conveniente que todos se vayan a su casa y lleguen otros personajes que busquen mejorar el trabajo electoral.
O todos coludos o todos rabones.
Pero eso finalmente está por verse.
El dadazo del Señor de los Cerros es otro factor que enrarece la renovación del IEE. En diferentes medios de comunicación aparecen los nombres que virtualmente son consejeros electorales con el aval de Rafael Moreno Valle. Mañana le daré a conocer la lista completa de personajes cercanos al gobernador que tienen garantizado un lugar.