Uno de los eventos políticos más importantes de cada año es el informe del rector de la máxima casa de estudios, en donde —además del contenido académico— se reúne todo el círculo rojo en torno a uno de los personajes más influyentes del estado.
Sin embargo, este informe retoma un mayor interés, ya que el nombre de Enrique Agüera suena constantemente como el personaje mejor posicionado para pelear por la presidencia municipal de nuestra capital y también suena fuerte para ser invitado al gobierno federal. No es descabellado pensar que éste pudiera ser el último informe que rinda ante la comunidad universitaria. Por esa razón, la mayoría de los invitados estará pendiente del mensaje político del mandamás universitario, aunque conociendo su estilo será sumamente cuidadoso para no alborotar ninguna gallera.
Así que habrá que estar atentos a los mensajes entrelíneas, los cuales seguramente confirmarán su compromiso con los universitarios, sin cerrar cualquier otro camino en un futuro cercano.
Es tal el posicionamiento electoral de Enrique Agüera y su interesante condición ciudadana, que prácticamente todos los partidos han puesto los ojos en él, aunque su camino apunte al PRI.
Por otra parte, el hombre fuerte de la UAP es considerado para ocupar una importante cartera en el gobierno federal, lo cual implica que el de hoy pudiera ser su último informe como rector. Y pese a todo este bagaje, Agüera mantendrá su discurso, en el cual afirmará que su compromiso está con la UAP y los universitarios.
Son pocos los que pueden presumir de tener en la mano una margarita tan atractiva como la del rector.

Premiando la incapacidad en el IEE
En días recientes trascendió que 2 de los 9 consejeros que conforman el Consejo General del IEE fueron palomeados desde la Casona de Los Fuertes para reelegirse en el cargo.
En esta entrega me ocuparé de Olga Lazcano, quien forma parte de la dupla que fue señalada por el dedo divino para continuar como consejera electoral. Al parecer, el morenovallismo privilegiará la incapacidad y el entreguismo de Olga Lazcano, quien a su paso por el IEE ha dado claras muestras de su limitada capacidad.
Basta con revisar sus intervenciones en las diferentes sesiones para confirmar que esta mujer sufre para hilar una frase completa. Son innumerables las cantinflescas participaciones, donde sus compañeros consejeros se veían en la necesidad de descifrar sus desarticulados discursos. Aunque lo más grave del caso es que la “Nopalera” —como se le conoce en el ámbito universitario— será premiada por el morenovallismo, por haber sido la operadora de la redistritación electoral de acuerdo con los intereses del Señor de Los Cerros.
Al interior del IEE es bien sabido que Olga Lazcano, junto con Miguel David Jiménez, fueron quienes armaron la conformación de los distritos, de acuerdo como les ordenaron los operadores políticos de Casa Aguayo.
Por cierto, valdría la pena que la consejera explicara su cambio de discurso en torno al uso de portadas de revistas en espectaculares por parte de los aspirantes a cargos de elección popular, ya que en el sexenio pasado se desgarraba las vestiduras exigiendo acciones en contra de esos evidentes actos anticipados de campaña; sin embargo, ahora dice que estos espectaculares no pueden ser tomados como violaciones al código electoral, ya que son simples entrevistas hechas a los funcionarios morenovallistas.
Sin duda, la incongruencia la marca como una fiel empleada del gobierno estatal.
Por todos esos méritos, Olga Lazcano tiene en la bolsa la reelección en el IEE. Y en una de ésas hasta consejera presidenta la hacen.
Por eso estamos como estamos.