La evaluación social de los todavía consejeros electorales que forman parte del (IEE), sería de regular a mala, su papel ha sido intrascendente, no aportan mucho, en cambio si ganan y gastan demasiado. La organización de los procesos electorales que les ha tocado conducir, tampoco es cosa del otro mundo, no han elevado la calidad de la democracia en Puebla y tampoco han impulsado con fuerza los valores cívicos de los ciudadanos.
Si le preguntamos a la gente su opinión sobre los consejeros, será obvia su contestación: no saben quiénes son y tampoco a que hacen, porque no los conocen. No han logrado en tantos años de funcionamiento, dar a conocer sus actividades, les ha fallado la comunicación por lo menos para presumir algunas cosas que han hecho bien, tampoco logran conectarse con los ciudadanos.
Desconozco que lugar alcanzan o tienen dentro de todos los institutos electorales del país, no me ha tocado escuchar ningún comentario saludable sobre ellos, tampoco tienen un órgano de difusión sobre temas electorales, no hacen foros de discusión sobre temas políticos, tampoco han organizado algún seminario en las tantas universidades que se tienen en Puebla, bueno ni siquiera han podido traer a José Woldenberg.
Los ciudadanos consejeros que están terminar su periodo, fueron elegidos por los diputados de pasadas legislaturas, cuando el régimen del PRI los avaló, palomeó y votó, no sin antes negociar con las demás fracciones parlamentarias sus propuestas.
Para nadie es desconocido, bueno, dentro de la “grilla” política, la clase informada o el llamado círculo rojo, que su actual presidente fue impulsado por una mayoría priista en el Congreso de hace años, claro junto con otros consejeros, para que fueran mayoría. Se ha comentado en diversas columnas periodísticas, como todos los acuerdos, decisiones y posturas fundamentales e importantes en cada elección local, tenían que pasar por el visto bueno de los principales funcionarios públicos del pasado gobierno.
Es chistoso y hasta interesante ver cuantos ciudadanos, profesionistas, académicos, empresarios o intelectuales, hombres y mujeres, se inscriben para buscar ser electos, cada vez que sale una convocatoria. Unos lo hacen porque tienen interés y conocimientos electorales por participar en el Instituto Estatal Electoral, otros por su capacidad académica y unos más porque sienten que son ciudadanos de carne y hueso. Sin embargo esta noble función pública, relacionada con la democracia, las elecciones libres, el sufragio, la limpieza, la transparencia y la equidad para que los electores puedan votar por quien quieran, se ha y la han ido degradado muchos de sus consejeros.

Siempre sucede lo mismo, se inscriben muchos aspirantes, todos presentan sus documentos, unos los abultan, algunos más ponen reconocimientos de sobra, su currículo es abundante y lo presumen. Casi todos buscan un “paro” o un empujón que influya para ser designados, las listas son grandes, los dirigentes partidarios son visitados por ellos, lo mismo sucede con los legisladores, otros ha trasmano buscan ser recomendados. Pero en los filtros sólo pasan algunos, las listas se depuran y los vetos existen.
Como queda en manos de los legisladores locales la última decisión, pues los nombres que han pasado el último filtro, empiezan a trabajarse en las mesas y comisión designada. Ayer el PRI impuso su mayoría, designó a los consejeros y los demás partidos tuvieron el derecho de impulsar cada una de sus propuestas.
Bueno, hasta en el IFE así sucede y así han sido designados los famosos consejeros ciudadanos, el PRI unos, PAN otros y PRD uno más, son las cuotas, por supuesto que no debería ser de esta manera, pero que le hacemos, nuestra democracia aguanta esto y más. Que después nos echen un “rollote” de independencia, anden dando conferencias magistrales, escriban libros sobre sus memorias o funden consultorías para vender sus conocimientos y reformas electorales, es otra cosa.
Estoy convencido que los actuales consejeros del IEE deben de dejar su lugar, no es nada sano para dicha institución electoral que busquen reelegirse, tienen que abandonar esos espacios que les fueron otorgados por los diputados, deben darle paso a otras generaciones de ciudadanos y profesionales que buscan ser consejeros. Por más argumentos que valgan, ninguno se sostiene para que sigan ahí, su función ha terminado. Lo mismo podría decir, sobre otros exconsejeros electorales, ya fueron y no deben volver a serlo, eso es vicio y obsesión económica.
Los que quieren seguir en el Instituto Electoral, sólo vician, degeneran y pervierten dicha instancia, lo que tratan de vender u ofrecer para quedarse, lo único que generaran serán cacicazgos e impunidad. La poca sociedad debe exigir una renovación total del IEE es lo más conveniente para sanar y oxigenar dicho instituto.
Lamentablemente lo que se percibe es que quieren reelegirse para seguir ganando los grandes sueldos que ahí se les pagan, se han acostumbrado a dichos privilegios, son una elite burocrática que abandonaron los principios para los que fueron elegidos.
Todos ganarán si el Instituto Estatal Electoral se renueva para bien de la sociedad, pero más aún por la salud y la fortaleza de nuestra democracia, que sigue siendo la única alternativa para que los electores voten de manera libre y puedan elegir a sus gobernantes.
Con una nueva reforma electoral en Puebla y con nuevos distritos electorales, pues vale también tener un nuevo IEE. Aunque vale decirlo, lamentablemente también tenemos viejos partidos, con viejas burocracias que se niegan a reformarse.
La neta, no sé que sucederá sobre este tema de los consejeros electorales en Puebla, pues otras cosas se mueven y más adelante sabremos que sucederá.
Es un tema complejo e interesante para los institutos partidarios, es de mucha inteligencia política y capacidad para tomar decisiones, lamentablemente será el PAN y PRI quienes decidan, los que operen y tengan la capacidad para actuar, la izquierda partidaria sigue durmiendo y confrontada por sus mezquinos intereses tribales. Pues estos dos partidos con la experiencia que tienen, con la habilidad con la que actúan y con otros símbolos de poder, empezarán a procesar todos los consejeros que vendrán en los distritos, comités municipales y la estructura institucional con la que se hacen los procesos electorales, ahí también se ganan las elecciones.
No es poco lo que viene, es demasiado y son nuevos los escenarios que tendrán que enfrentar también los partidos políticos. Todo va junto con pegado. El regreso del PRI a Los Pinos, las primeras elecciones intermedias de un gobierno de la alternancia, legisladores y ayuntamientos de un poco más de cuatro años, reforma electoral, distritación, renovación del IEE, nuevas dirigencias partidarias, legitimidad política y consolidación de proyectos políticos de mediano y largo plazo.