Luego del acuerdo al que llegó el Partido Acción Nacional con el principal de sus integrantes, el gobernador Moreno Valle, la geografía política de la entidad va tomando color para que el próximo mes arranque formalmente el proceso electoral de 2013.
Ha quedado claro que el gobernador no tiene otra alternativa que jugársela con el PAN, su partido, que le prestó las siglas en 2010 para encabezar una coalición ganadora que le permitió arribar a Casa Puebla y soñar con el 2018. La conformación de una mega coalición de esos alcances para 2013 se complica, porque en primer lugar el próximo presidente de México, Enrique Peña Nieto, no ve con buenos ojos la conformación de estos bloques políticos a los cuales combatió con todo en 2011, cuando gobernaba el Estado de México.
Peña Nieto no sólo firmó un acuerdo con el entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, para evitar una coalición entre el PAN y el PRD, también pragmáticamente se decidió por Eruviel Ávila, en ese entonces presidente municipal de Ecatepec, quien no pertenecía a ese grupo político, en vez de elegir a su primo Alfredo del Mazo, alcalde de Huixquilucan. Y más aún, modificó la Ley Electoral que fue impugnada ante el Trife, la cual bloqueaba las coaliciones electorales en ese estado.
El gobernador Moreno Valle, pues, se ha quedado con su partido, con su marca y puede tal vez alcanzar un acuerdo con el PRD, partido que se desinfla en las encuestas dramáticamente, luego de que su principal activo: Andrés Manuel López Obrador, decidió por fin terminar su insana relación con “Los Chuchos” y conformar su propio partido a través del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Los perredistas sólo se quedaron con las siglas y las prerrogativas del IFE, la cuales son muy buenas, pero jamás podrán aportar en números lo que tenían antes con el político tabasqueño, ni en sueños.
El otro aliado del gobernador para la contienda que está por arrancar es su partido Compromiso por Puebla, cuya fuerza tal vez le alcance para ganar algunas presidencias municipales, pero no más. Ésta es la conformación de fuerzas que se pueden aglutinar en torno a la figura del gobernador Moreno Valle y su partido, Acción Nacional.
Tal vez, y reitero sólo tal vez, luego de los acercamientos que ha tenido Alberto Anaya, dueño del Partido del Trabajo con el gobernador, se pudiera sumar también esta fuerza política al grupo de partidos del gobernador, aunque esto se ve más remoto, más bien pueden jugar el papel de “paleros” con un candidato a modo que se dedique a hacerle el “juego sucio” al morenovallismo.
Del otro lado, el PRI y su incondicional aliado, el Verde, se alistan para concretar una nueva alianza para Puebla. El diputado local del Verde, Elías Abaid Kuri, yerno del secretario de Infraestructura, Antonio Gali Fayad, se apresta para tomar la dirigencia estatal de este instituto político, cuyo dueño real es el presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones. Al PRI y al Verde podría tal vez sumarse al partido de la maestra Elba Esther Gordillo, Nueva Alianza, que encabeza en Puebla Gerardo Islas Maldonado, aunque todo parece indicar hasta el momento que el partido magisterial para no meterse en broncas irá solo a la contienda.
De esa forma se prevé que se alineen las principales fuerzas políticas en el estado para ir a las elecciones, las cuales arrancan formalmente con su proceso de organización el próximo mes. Hay que recordar que la elección se llevará a cabo con un nuevo código electoral que marca, por ejemplo, como obligatorios los debates, incluso entre candidatos a diputados y permite las coaliciones parciales. También, con un nuevo órgano electoral que deberá de ser renovado en breve y donde los legisladores nada tienen que ver en la elección de los nuevos consejeros, ya que todo pasa por manos de Casa Aguayo y Casa Puebla.
Y en donde además se llevó a cabo una redistritación, que le complicará mucho las cosas al PRI y a sus aliados.
Mapa político

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