Foto: E.Tadeo Alcina
¡Sabina, en qué antro dejaste a Serrat! Este fue uno de los muy ingeniosos gritos que escuchó Joaquín Sabina cuando su presencia fue identificada en el callejón de la Plaza México, en el momento en que Alejandro Talavante le invitó a salir del burladero donde se encontraba hospedado por el Dr. Rafael Herrerías para recibir el brindis de la muerte de su primer toro que le ofreciera el de Badajoz.
Dos veces más tendría que salir él célebre y popular canta-autor a recibir los brindis que le ofrecieron el cejijunto Arturo Macías, y el llamado "Payo" Octavio García en los toros corridos en cuarto y sexto lugares. Brindis estos de gran importancia y relevancia, mancomunados por la importancia del personaje de quien se trataba y por el gran compromiso que para los tres alternantes representaba el estar acartelados esa tarde de segunda corrida de temporada.
Hablando primero de lo ocurrido frente al toro: los tres alternantes han dejado muestra fehaciente de su gran deseo de justificar su inclusión en este cartel y buscar aparecer en los de febrero del 2013.
Por delante, Ale Talavante ha dado pruebas de su gran torerísmo y el enorme sitio que tiene frente al toro. Arturo Macías nuevamente ha salido, como lo hizo frente a José Tomás en aquella tarde de domingo del 2010, llegando como "llegan los valientes, con sus gallos bajo el brazo" y entonces tuvo el atrevimiento de atravesarse en un quite al de Galapagar.
Este domingo con la muleta en su primero ha instrumentado una "arrucina" con clara dedicatoria a Talavante, mismo que nuevamente a venido a México a echarse a los aficionados a la bolsa, y Octavio García quien en una sola tarde, la del domingo ha vivido la inigualable experiencia que solamente puede vivir quien pisa el albero de Insurgentes, la plaza que “da y quita”: Si bien, después del paseíllo ha sufrido el rechazo absoluto del público, siendo silbado y abucheado al grado de no haber podido salir a saludar al tercio, y después de la lidia del sexto, ha escuchado los gritos de "Torero, Torero" en medio de tremenda ovación, y tras haber perdido los trofeos, dos orejas, una le fue abonada en cuenta por el juez atendiendo a la clamorosa petición de las mayorías.
Y aquí va el comentario medular, pues buscando la salida por los túneles de la gran plaza, se alcanzó a escuchar el comentario de los rigoristas, los más papistas que el Papa, los exigentes que criticaban la entrega de una oreja después de media estocada y dos descabellos.
Cierto, que hablando de conceptos muy protocolarios, una oreja, después de esta falla el acero resulta fuera de lo establecido, pero lo hecho por "El Payo" así lo ameritó y el respetable con ovación y aclamación así lo avalaron.
Todo va por el mismo sendero, el protocolo No-escrito de los brindis dice que: "En tarde de presentación de un torero en una temporada o en una plaza, el brindis de su primer toro va para el público".
Ale Talavante ha roto el protocolo y cruzando todo el albero a ofrendar su brindis al ilustre visitante, quien por cierto, y bien vale comentarlo, mostrando un gran respeto a la plaza y al rito de la corrida se ha presentado espléndida y campiranamente vestido con saco y sombrero, él, qué ha hecho del desgarbo en el vestir un símbolo, también ha roto su propio protocolo, vistiendo muy ad-hoc para tarde de toros, por supuesto dejando a un lado los esperamos de pants, que muchos suelen usar como sinónimo de informalidad y contra ello, Sabina ha llegado a la plaza muy formalmente vestido.
Por todo lo anterior, no resta más que escribir que los protocolos se han hecho para eso, precisamente, para romperlos. Y tratándose de Joaquín Sabina e interpretando el hecho de su presencia en la plaza obedece también ha patentizar su apoyo a la fiesta, rematamos aquí con lo que él ha dicho cuando fue cuestionado en torno a la prohibición de los toros en Cataluña responde el gran Joaquin: "Me parece un tremendo error. Con la prohibición se prescinde de muchos siglos de patrimonio cultural. Es una catetez hecha por políticos ignorantes".