Es casi un hecho que en 2013 se acabará el dispendio de recursos que ha caracterizado a la administración morenovallista, y es que el gobernador se verá obligado a reducir costos debido a que el presupuesto para el próximo año será prácticamente el mismo con el que se trabajó en 2012.
La mano de la nueva administración federal se comenzará a dejar ver y un hecho representativo es observar cómo a través de los ajustes al presupuesto estatal se comienza a apretar a la administración de Rafael Moreno Valle Rosas. De poco valió la reunión que sostuvo el mandatario estatal con el operador de Peña Nieto, Luis Videgaray: no habrá dinero extra para Puebla, salvo las partidas que están comprometidas para los proyectos del futuro presidente de la República y de los cuales dimos a conocer en este mismo espacio.
Si bien dicen que la amistad se muestra con un buen presupuesto, al morenovallismo no le irá nada bien el próximo año, donde además hay un ingrediente especial en juego, el proceso electoral intermedio en donde están en juego presidencias municipales de 4 años 8 meses y una Legislatura local de la misma magnitud. Los ajustes que se presentaron desde este año, tal vez sean insuficientes para hacer frente a las nuevas responsabilidades y es que la administración morenovallista se había acostumbrado a contar con recursos importantes provenientes de la Federación debido a la buena relación que existe con el aún presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Pero ahora las cosas cambiarán diametralmente y salvo ajustes de último momento serán los mismos 63 mil millones de pesos con los que cuente Puebla para el próximo año. Como ya ha sido en esta administración, deberán esperar más recortes de personal y que el peso de la carga recaiga en los ciudadanos con políticas fiscales cada vez más parecidas al “terrorismo fiscal”.
En fin, 2013 no parece ser al menos presupuestalmente el mejor de los años para la administración estatal, la cual tendrá que hacer gala de los buenos oficios de su secretario de Finanzas, Roberto Moya, para “hacer maravillas” con los pocos recursos que estén disponibles.
Se complica la coalición
Lo que hasta hace unos días se deba como un hecho: la conformación de una gran coalición entre PAN, Compromiso por Puebla y PRD para hacer frente al PRI en el próximo proceso electoral en Puebla, se comienza complicar para el morenovallismo. De entrada, aún no se logra afianzar que la dirigencia estatal del PRD en Puebla quede en manos de Eric Cotoñeto, el diputado local con licencia, el cual ha sido impugnado por las otras “tribus” del Partido del Sol Azteca.
A este otro elemento hay que agregar el arribo de la nueva delegada del CEN del PRD a Puebla: se trata de Mara Cruz Pastrana, quien viene a la entidad como representante de los intereses de Izquierda Democrática Nacional (IDN), cuyas cabezas visibles son el “Señor de las Ligas” René Bejarano y su esposa, la senadora Dolores Padierna, antagonistas del grupo hegemónico en Puebla de “Los Chuchos”. Cara, bastante cara, le va a tener que salir la negociación de la coalición al gobernador Moreno Valle, quien a su regreso de Alemania deberá de regresar a amarrar el acuerdo definitivo con el perredismo, aunque la verdad la situación se les ha complicado.
Un factor adicional que vino a complicar las cosas es la traición que el grupo legislativo del PAN realizó a los compromisos adquiridos en el Congreso de la Unión con el PRD y que derivaron en una alianza con el PRI para sacar adelante la nueva Ley Laboral.
De esta forma, lo que hace unos días se daba como un hecho hoy comienza a complicarse para el inquilino de Casa Puebla, quien tiene como una de sus prioridades políticas asegurar la alianza para su fines electorales del 2013.
Un presupuesto austero
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