Regocijaos, lectores queridos: El hermano “Peje”, en un acto de amor inconmensurable ha decidido crear su propio partido político. Entre las promesas de buenaventuraza que anunciara el redentor de las izquierdas, dijo: “(…) y en Morena no se permitirán los ‘ismos’, como el clientelismo o el nepotismo”. Prometedoras palabras que atestiguaron, su hijo y su hermano, el piadoso Pío, miembros destacados del nuevo Morena. (Nota: Esto no es nepotismo es un acto de amor)
Que bueno es poder reafirmar la congruencia categórica que siempre ha caracterizado al hermano “Peje”. Me llena de felicidad saber que, a partir de ¡ya! nuestros impuestos tendrán un mejor destino, un buen fin: resarcir, en parte, la frustración que viviera AMLO al haber sido mandado por el pueblo a ondear gatos de la cola por tercera vez en su búsqueda de la Presidencia de la República.
Yo veo en esto un pequeño problema: además del desvió de una buena parte de nuestros impuestos para satisfacer un caprichito político, a las izquierdas las van a pulverizar aún más. Por otra parte, hay dos opciones: que el “Peje” piense que todos los “zurdos” van a salir corriendo a meterse debajo de su enagua, o que resolvió su economía para toda la vida (incluyendo la economía de sus “no nepóticos” parientes).
De todas formas, lector querido, para variar los únicos jodidos vamos a ser nosotros, porque a los Noroños, los Perfidios Muñoz Ledo, los Martines Esparza y compañía también les resolvimos su economía…Esto es lo que yo llamo “un buen fin”, lo demás son tarugadas.
A poco nomás “el niño verde” y su ‘apá tienen derecho a “amar” y ser “amados”…