Ayer, durante un conclave celebrado en la sede nacional del PRI, la secretaria general del tricolor y exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, anunció que el CEN del PRI hará todo lo que tenga que hacer para impedir que haya alianzas electorales en dos estados: Puebla y Oaxaca.
Los testigos de la reunión fueron los 14 diputados federales poblanos del PRI y el presidente de este instituto político en la entidad, Pablo Fernández del Campo. Es más, Ortega Morales les anunció que hoy se hará oficial el acuerdo entre PRD, PT y PRI para ir juntos a la elección que habrá de celebrarse para elegir gobernador en Baja California; ayer mismo se signó el convenio.
Por parte de los diputados federales poblanos hicieron uso de la palabra Jesús Morales Flores, José Luis Márquez Martínez, Carlos Sánchez, Javier López Zavala y Filiberto Guevara.
“Vamos con todo para recuperar Puebla”, dicen que expresó Ivonne Ortega, al tiempo de expresar que solo serán candidatos los mejor posicionados, sin más ni más.
Ortega, según cuentan los presentes, también criticó el papel que jugaron los diputados locales de su partido en temas que comprometen la elección que habrá de celebrarse el 7 de julio.
La yucateca expresó que el PRI de Puebla tendrá el total respaldo del CEN para sacar adelante el proceso que está por venir y recuperar las plazas que se perdieron en 2010.

Se vislumbra el choque de trenes
En este espacio muchas veces se advirtió que vendrían fuertes cambios en la relación entre el titular del Ejecutivo del estado y la Federación, encabezadas por Rafael Moreno Valle Rosas y Enrique Peña Nieto respectivamente.
Muchos desdeñaron las advertencias, incluso aseguraron que el gobernador seguiría ejerciendo el poder total y absoluto, como lo realizó durante los primeros dos años de la presente administración, bajo la complicidad de sus aliados federales.
Los primeros días del año que recién inicia han servido para dejar en claro que no habrá la relación tersa, ya que los delegados federales que trabajarán en el estado serán en su mayoría poblanos y que si no ocurre algo de aquí al 7 de julio de este año se dará un choque de trenes en la elección local a celebrarse en la elección de ese día.
La negociación del presupuesto, en la cual nada tuvo que ver Roberto Moya Clemente, por más medallas que se le busque colgar, así como el arrebato por parte de la Federación del proyecto para construir el segundo piso de la autopista Puebla-México al gobierno del estado, son las primeras señales de la “nueva relación” entre el presidente de la República y el gobernador de Puebla. No hay lugar en el país para estos dos egos; simplemente no caben en el mismo espacio.
Para mayor frustración de la administración morenovallista, el proyecto de construcción del segundo piso de la autopista Puebla-México —como ya lo adelantó mi compañero Enrique Núñez— puede recaer en manos de la empresa española OHL, favorita del propio presidente de la República y de su secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, lo cual también anunciamos en su momento.
La cancelación de las obras del teleférico por parte del director general del INAH son también una señal de por donde van las cosas y si saben leer así lo deberán interpretar. Pero el gobernador, por su parte, no va a ceder así de fácil la plaza, no es su estilo, si bien es cierto que su astucia le alcanza para comprender que hay momento para ir a la guerra y hay tiempos para evitarla, su timming le dice que hoy es el tiempo de ir a la guerra y muchas veces el ha dicho que le encantan los “madrazos”.
Para eso tomó una serie de medidas encaminadas a pertrecharse y prepararse para la batalla que se avecina, el primer paso lo dio en los último días del pasado mes, cuando decidió nombrar a su operador de lujo, Eukid Castañón Herrera, “jefe del ejército” morenovallista.
Así es como se debe de leer el arribo de Eukid a la Subsecretaría General de Gobierno, es el hombre que tendrá todo el poder y los recursos para articular la estrategia que pueda hacerle ganar al mandatario el mayor número de alcaldías y la mayoría en el Congreso, el que doblará a quien tenga que doblar, apretará a quien tenga que apretar y negociará con quien tenga que negociar.
El segundo informe de labores del Señor de los Cerros nos dará una pista de hacia donde se dirigirá el mandatario y qué es lo que quiere en torno a su relación con Peña Nieto. La prudencia dicta nunca ir en contra de un peso completo, aunque seas crucero o semi-completo, las historias bíblicas en donde David vence con solo una piedra y una honda a Goliat no son muy frecuentes, pero tal vez el inquilino de Casa Puebla sabe algo que nosotros no sabemos.
Lo cierto es que su situación política es muy delicada, no solo tiene que hacer frente a la embestida federal, sino también al mal momento por el que atraviesa su madrina y principal aliada, Elba Esther Gordillo.
Por cierto, otro incondicional del gobernador Moreno Valle que atraviesa por problemas en este momento, es el senador y exsecretario particular y quien fuera coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mora, Roberto Gil Zuarth, acusado de operar casinos, escándalo en el cual podría haber más aliados del gobernador involucrados.
La batalla de Puebla sin duda será de pronóstico reservado, a menos que el gobernador decida pensar mejor las cosas.