Un servidor y muchos poblanos nos quedamos con las ganas de saber qué más pasó en el segundo año del gobierno de Rafael Moreno Valle en materia de seguridad pública.
Nos faltó saber si hubo o no investigaciones contra funcionarios de los cuerpos de seguridad, investigación y persecución de delitos, cuando se descubrió o, mejor dicho, la Marina detuvo en territorio poblano a personajes ligados al crimen organizado, principalmente de la organización de “Los Zetas”.
En ese momento no se dijo si algún funcionario iba a ser separado de sus funciones por negligente o por estar involucrado en la presencia de los “patrones del mal”, por lo mismo se esperaba una respuesta enérgica del ejecutivo que demostrara su preocupación por mantener al estado de Puebla como un estado de Paz.
Por lo mismo un servidor piensa que el gobernador se abstuvo de dar las cifras de ejecuciones que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no ha podido aclarar y que todas están ligadas al crimen organizado, como la familia masacrada en el interior de su domicilio, en la colonia Reforma Sur y que terminaron en Valsequillo, o los hombres ejecutados en acciones por separado, incluso un funcionario del ayuntamiento de San Andrés Cholula, donde incluso fueron hallados “narcomensajes”.
¿Nuevo grupo de investigación de secuestros?
Todo parece indicar que a nuestro gobernador no le informaron bien o le dijeron una “mentira piadosa” al decirle que durante su administración fue creado un grupo antisecuestros en la Procuraduría General de Justicia (PGJ), que intervino para el desmantelamiento de 11 bandas de secuestradores.
Con relación a la detención de mafiosos que componían bandas de plagiarios, algunos de estos células del crimen organizado, nadie dice nada, es cierto, lo que no es cierto es la creación de este grupo, la realidad es que desde la administración pasada existe, primero con el nombre de DIEDO (Dirección de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada), luego DADAI (Dirección de Atención a Delitos de Alto Impacto) y finalmente DGADAI (Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto), como la encontró el procurador Carlos Antonio Carrancá Bourget.
En otras palabras, no es cierto que este grupo adquirió eficacia en esta administración, de por sí ya eran “chingones” para detener secuestradores, lo que sí es cierto es que en esta nueva procuraduría ni siquiera les pagan a tiempo su bono, los tienen materialmente amenazados, cuando antes eran los “consentidos”.
¿Guerra contra la trata en Puebla?
La cifra de la detención de 26 presuntos “tratantes de blancas” y el rescate de unas 40 víctimas de trata que presumió el gobernador en su segundo informe también es mucho que presumir.
Al gobernador no le han informado, si es que le informan, que en Puebla capital opera un hombre llamado Fulgencio, apodado “Don Ful”, quien es el enlacen entre autoridades del ayuntamiento de Puebla —de Normatividad, por supuesto—, además de corporaciones policíacas, para llevarle las rentas de casas de masaje, de citas, de hoteles donde se ejerce la prostitución, mucha de esta obligada.
No le han dicho que existen grupos criminales, disfrazados de policías, que se dedican al regenteo de lugares donde se ejerce el oficio más antiguo del mundo, con menores de edad, con venta de drogas.
No hay necesidad de que al ejecutivo le informen, sería bueno que un día de estos se manchara las manos de Puebla y que él mismo sea testigo de que la “trata de blancas” es una constante, de que están metidos en el negocio hasta sujetos que se hacen pasar como “administradores”, que no son más que estafadores, uno de estos cocainómano, que aseguran “representar legalmente a la prostitución”.
Del tintero
Al gobernador se le olvidó dar el pésame a la familia del periodista ejecutado en la ciudad de Tehuacán, por miembros del crimen organizado, cuando estaba cumpliendo con su deber.
Nos vemos cuando nos veamos.
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¿Donde quedaron las cifras de la seguridad en Puebla?
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