Noticieros, webs, periódicos especializados, todos al unísono proclamaron el triunfo de Julián López "El Juli", supuestamente sobre su alternante Diego Silveti el pasado domingo en el Coso de Insurgentes, y magnimizando las cosas, tanto en las crónicas como en los comentarios de tendido se llegó a hablar del triunfo de España sobre México y por vía mediática se proclamó la supremacía del hispano; como si se tratara de un partido futbolero, incluso durante la promoción y publicidad hablaron de la corrida como: México vs España y se dijo: que lo ocurrido es un verdadero triunfo para Julián, siendo lo cierto que Diego salió airoso de una confrontación de mucho compromiso y muy alto riesgo, pues existe una diferencia abismal entre las carreras y el rodaje taurino de ambos.
El reto se veía enorme; sobre todo el de lograr el entradón, pues mucho tiempo hacia que no se veía la señorona plaza con sus tendidos colmados y con gente sentada hasta en las escaleras de los tendidos numerados. Y lo más transcendente e importante ha sido confirmar que la fiesta no tiene fronteras y que las que pudieran existir en el mapamundi tauro se diseminan como en el caso de estos toreros: el uno nacido en España pero venido a estas tierras donde desde niño, aquí se hizo torero para reafirmarse después en la península, primero como figura y hoy como verdadero Maestro; y el otro, mexicano, torero de dinastía y hecho, madurado como autentico lidiador en las dehesas, el campo bravo y las plazas españolas. Desgraciadamente, al contrario de lo ocurrido con su padre David, aquella tarde, una de sus despedidas con un toro de nombre "Mar de nubes", éste otro, del domingo terminó pronto sus recorridos sin que el "Príncipe" Diego pudiera redondear la faena con la que mucho soñó, al que hizo cuarto y que fue emotivamente brindado a las alturas, donde se encuentra el "Rey" David. Su primero, tampoco le dio tela de donde cortar y fue en el ultimo, sexto de la tarde donde riñonudamente logró el corte de una oreja.
Mientras, "El Juli" en el que abrió plaza ha dictado cátedra de buen torear, ya con sello muy propio y sobre todo transmitiendo y dejando ver que ha llegado al momento sublime de torear para darse gusto a sí mismo, y esto, se percibe en los tendidos y logra impactar al respetable, que acudió a la plaza precisamente abrazando un enorme deseo de triunfos y detalles para llevar en el recuerdo.
El ingenio popular de los gritones esta vez chocó con la ambigüedad, pues cuando el madrileño llevaba su faena por el clímax, toreando con maestría, y desmedida entrega muy cerca de tablas, se escuchó el grito: ¡Viva México! De inmediato se dibujó en el rostro del Juli una enorme sonrisa, pues si el gritón lo que quería era molestarle, poniendo por sobre su patria, la mexicana, el Torero aceptó gustoso el tal ¡Viva México! Pues Julián siempre ha hecho público su reconocimiento a esta tierra donde se da el toreo con buen son. Y, si el gritó fue para elogiar su mexicanidad calurosamente abrazada, el grito de guerra de vivas a México. Debió haberle llenado de orgullo. La espada ha traicionado a Julián en su primero. Y la estocada a su segundo ha sido meritoria de los dos trofeos, que le han dado el enorme gusto de salir en volandas por la puerta grande de la plaza de Insurgentes.
Y si podemos pensar que el verdadero triunfador ha sido Diego Silveti, esto ya se verá, lo verá él principalmente con la enorme madurez, la envidiable seguridad que el haber salido avante de este mano a mano, le aportará a su carrera.
Al otro día de dictar cátedra en el ruedo de La México, el joven maestro ha viajado a España, donde, lamentablemente ha vuelto a ser noticia:
A consecuencia del mal tiempo que prevalece en Europa y específicamente, debido a una tremenda granizada el "Todo-terreno"  en el que viajaba rumbo a su finca con su esposa  Rosario Leticia  Domecq, y el tesoro de la popular pareja, sus dos hijos mellizos de poco más de un año de edad, Julián López ha tenido un preocupante accidente automovilístico a consecuencia de un derrapón. La familia toda ha salido ilesa, excepto el Matador quien presenta un fractura del hueso radio del brazo izquierdo y ante la evidencia de requerir tratamiento quirúrgico, El Juli ha preferido trasladarse a Madrid para consultar otra opinión, misma que le llevó al quirófano. Precisamente, donde del manejo quirúrgico que se le dio a esta fractura, se sabe que se trató de una factura de tercio medio del radio izquierdo, misma que ya fue estabilizada con una placa. Ahora todo dependerá de su rehabilitación y el pronóstico es bueno. Derivando de ello se sabrán las respuestas a todas las interrogantes y cuestionamientos que se hacen en torno a las posibilidades de que el madrileño pueda cumplir los compromisos que lo tienen acartelado en los días por venir. Pero por lo pronto, lo más importante es manifestarle, como ya se viene haciendo por todos los medios, los buenos deseos por su pronta recuperación y los parabienes de que su familia con quien se trasladaba a pasar unos días en el campo se encuentre bien.