El morenovallismo ya comenzó a resentir el cambio en la relación con el gobierno federal y el primero en “abrir fuego” ha sido el nuevo delegado de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el hidalguense José Juan Tapia González, enviado directamente por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a esta dependencia.
Tapia González fue en 2010 secretario de Desarrollo Social de Chong en el gobierno de Hidalgo y ha sido el primero en tener fuertes enfrentamientos con la administración estatal, debido a que el funcionario federal se ha comportado, dicen los morenovallistas, de una forma muy prepotente. Y aquí sí cabe el dicho de “el burro hablando de orejas”.
Y es que el morenovallismo al parecer encontró en Tapia González a la “horma de su zapato”, pues el funcionario federal, con la confianza que le da el ser un enviado directo del secretario de Gobernación no se anduvo por las ramas y en la primera reunión que sostuvo con los funcionarios estatales, les dejó en claro que las obras del CDI que durante dos años ejecutó el gobierno de forma directa, ahora se harían con la participación de la Federación y de los municipios involucrados.
El tema, por supuesto, derivó en una acalorada discusión en donde los funcionarios morenovallistas le recordaron a Tapia González que la función de la delegación federal es únicamente la de transferir los recursos al estado, pero no intervienen en la licitación y ejecución de las obras.
Tapia insistió en que la Federación y los municipios involucrados meterían la mano y que tenía indicaciones directas de que así se trabajara; los morenovallistas le respondieron que les valía gorro y que le hiciera como quisiera, que las obras se iban a ejecutar como se habían hecho los últimos dos años y así se acabó la reunión.
Hay que decir que quienes trataron al delegado de la CDI, José Juan Tapia González, hablaban muy mal del hidalguense, el cual adoptó pose de sabelotodo y ciertamente ve por debajo del hombro a todo mundo; es, pues, un verdadero “saco de plomo” el hombre, pero la verdad es lo que necesitaban los morenovallistas: encontrarse uno igual a ellos, para así experimentar lo que se siente ser maltratado, además de que el gobernador estaba acostumbrado a tratar a los delegados federales como uno más de sus empleados, ya que él había puesto a la mayoría.
Dicen que la relación entre Tapia González y el morenovallismo va a sacar chispas.

Lalo, en campaña
Con la novedad de que el secretario de Desarrollo Social del municipio de Puebla, Eduardo Morales Garduño, arrancó campaña para candidato a diputado por la zona de La Resurrección, donde el pasado martes repartió recursos y sostuvo diversas reuniones.
Para nadie es un secreto que Morales Garduño tiene aspiraciones políticas, pero al parecer hasta el pasado martes recibió el visto bueno de su jefe político, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Lo que ha molestado algunos del activismo de “Lalo” Morales es que recientemente fue ratificado como secretario de Desarrollo Social municipal, luego de haber sido encargado de despacho por varios meses después de la salida de su antecesor, Javier Sánchez Díaz de Rivera y ahora deberá renunciar para buscar la candidatura a la diputación local.
Desde ahora puede anotar como una de las cartas del alcalde Eduardo Rivera, a Morales Garduño y a Francisco Rodríguez Álvarez. Al edil capitalino solo le quedaría una posición, la cual —algunos dicen— se le puede dar a Myriam Arabián Couttolenc, exdelegada de la Sedesol en Puebla, en tanto que cuentan que Augusta Valentina Díaz de Rivera sería impulsada para ir en la lista de plurinominales, junto con Juan Carlos Mondragón Quintana.
Por el lado del gobernador, que tiene cuatro posiciones, irían Patricia Leal Islas, Ángel Trauwitz Echeguren y Jorge Aguilar Chedraui, con lo que solo quedaría un lugar para la gente ligada al mandatario estatal.