Recientemente escribí de los mitos geniales que los columnistas solemos crear en nuestra aldea.
Sin embargo, pese a todas estas alucinaciones, el candidato del PRI terminó siendo el que siempre fue.
Más allá de la imaginación de algunos, era evidente que los números, los antecedentes y las circunstancias le favorecían al rector de la Universidad Autónoma de Puebla.
No se necesitaba ser un genio para saber que Enrique Agüera llevaba mano, brazo y cuerpo en la puja por la candidatura tricolor por la alcaldía.
Era un asunto de tiempo y éste llegó el sábado pasado.
Hoy el PRI ya tiene candidato, mientras que el gobernador tiene el suyo desde noviembre pasado en la figura de Tony Gali.
En donde la moneda sí está en el aire, es en la definición de los candidatos a las diputaciones y al resto de las alcaldías.
Ahí sí va a arder Troya.
Pero esa, esa es otra historia digna de futuras columnas.
La cultura, ¿el nuevo amor de RMV?
Más que elocuente, revelador resulta el reportaje principal de Intolerancia Diario que exhibe al aberrante proyecto morenovallista llamado Museo Barroco Internacional.
Este engendro, del que lo único que se conoce a ciencia cierta es su nombre, gastará muchos más millones de los que el gobierno estatal tiene planeado destinar a la Cultura durante todo el sexenio.
Fiel a su apetencia pecuniaria, el Señor de los Cerros apostará en una obra faraónica, sin importarle todas las carencias que en materia de cultura tiene Puebla.
El abandono de algunos de los museos actuales es evidente, así como el mantenimiento a muchos de nuestros tesoros arquitectónicos considerados —todavía— patrimonio de la humanidad.
Sin embargo, nada de eso sirve para lucrar, tanto en lo mediático como en lo monetario; la cultura no es negocio para un gobierno, salvó cuando se trata de obras gigantescas, por aberrantes que éstas sean.
De ahí el interés del gobierno de construir un edificio gigantesco que albergué a un museo, aunque no exista proyecto ni se conozca a ciencia cierta el costo total de la obra.
Eso es lo de menos, lo importante es el gran negocio que puede representar esta nueva obra faraónica.
¿O acaso alguien se traga el cuento que de la noche a la mañana al gobernador Moreno Valle le nació un profundo amor por la cultura, pese a que durante dos años no hizo otra cosa que atentar en contra del patrimonio cultural de Puebla?
Que no jodan.
Agüera ya es candidato
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