Tremendo lío en el que se metió la mega coalición de partidos Puebla Unida, al haber incluido a Guillermo Nares como síndico de su planilla para gobernar la ciudad capital.
Por increíble que parezca, los abogados electorales morenovallistas pasaron por alto los preceptos jurídicos que determinan los requisitos para poder registrarse a un puesto de elección popular.
Hay que recordar que hasta ayer Guillermo Nares seguía siendo el director de la Facultad de Derecho de la UAP, lo cual representa un impedimento para aspirar a un puesto de elección popular, como es la Sindicatura municipal, que forma parte de la planilla que será votada el próximo 7 de julio.
En esa lógica, Nares viola flagrantemente la ley electoral, una vez que el artículo 49 de la Ley Orgánica Municipal, en su fracción primera, determina que “no pueden ser electos Presidente Municipal, Regidores o Síndico de un Ayuntamiento, los servidores públicos municipales, estatales o federales, a menos que se separen noventa días hábiles antes de la jornada electoral”.
A su vez, la Ley de Responsabilidad de Servidores Públicos es contundente cuando dice, en su artículo 2, que “son Servidores Públicos, las personas que administren, manejen, recauden, apliquen o resguarden recursos económicos federales, estatales o municipales, sea cual fuere la naturaleza de su nombramiento o elección”.
Ante estos preceptos jurídicos, resulta inobjetable la violación de Nares al mantenerse como director de la Facultad de Derecho de la UAP justo el día del registro de su candidatura.
Parece mentira que el hombre que aspira a ser el abogado de la ciudad se haya pasado por el arco del triunfo la ley.
Así las cosas, bastará un recurso ante los órganos electorales para que la candidatura de Nares termine en el cesto de la basura, obligando a Tony Gali a parchar su planilla en lo que podría ser considerado su primer tropiezo de campaña.
Es tan burda y flagrante la violación a la ley que el Instituto Electoral debiera actuar de oficio invalidando el registro del actual director de la Facultad de Derecho de la UAP, sin embargo, se antoja imposible que el Consejo General del IEE tome una decisión que lastime los intereses del Señor de los Cerros.
Veremos y diremos.
La historia del porro mayor
De inicio, me pareció una broma de mal gusto que se barajara el nombre de Guillermo Nares como el posible síndico de la planilla del candidato a la presidencia de la capital por la alianza Puebla Unida.
Quiero pensar que Nares se vendió como un factor de equilibrio entre las fuerzas de la máxima casa de estudios para anular la operación de la estructura agüerista entre la comunidad universitaria.
Sin embargo, es evidente que Memo Nares ocultó su “negro” expediente universitario, el cual lo marginó en su aspiración de ser rector de la UAP.
Hay que decir que este “porro” universitario ha sido un protagonista de esta columna por infinidad de historias, las cuales son ampliamente conocidas por los miembros de la comunidad universitaria de la universidad, mismas que les platicaré en una próxima entrega.
Y esta vez el Señor de los Cerros no puede culpar a nadie, porque él fue quien palomeó personalmente cada nombre de la lista.
Nares, el eterno Judas
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