Grabar cuatro letras sobre el asfalto fue suficiente para que el diputado Héctor Alonso no se reprimiera y sacara el espíritu del grafitero que lleva dentro.
Como si fuera a cumplir con un viejo anhelo de juventud, Alonso Granados aprovechó la gira que realizó Eduardo Rivera a San Francisco Totimehuacán para mostrar sus dotes de artista urbano.
En su afán de congraciarse con el alcalde, grabó sobre el pavimento fresco el nombre de “LALO”.
Al diputado sólo le faltó un par de aerosoles para hacer un graffiti en la avenida La Libertad. Sin embargo, se conformó con estas cuatro letras.
A través de las redes sociales, el reportero de Intolerancia Diario Alejandro Camacho dio cuenta de la pinta. La respuesta no se hizo esperar.
La acción del diputado Alonso molestó a más de uno.
No obstante, éste se mofó de la crítica y con un escueto argumento justificó su acción.
“Ésta es la señal que dejamos aquí para que en este lugar exactamente el presidente municipal y yo (Héctor Alonso) regresaremos a inaugurar esta obra.”
Al parecer, el diputado Alonso cumplió con un viejo anhelo y sació su espíritu rebelde. Ante la mirada atónita de quienes atestiguaron el hecho.
Aquí, la pinta del diputado Alonso.



Pero este tipo de acciones no son nuevas en el diputado del Panal.
Algo que lo caracteriza es sin duda su volatilidad, ataca a quien se le cruce en su camino; incluso realiza prácticas homofóbicas.
Veamos.
En los primeros días marzo de 2012, el diputado Alonso llamó “señorita” a Ignacio Molina, asistente del ahora candidato a la alcaldía de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa.
“Usted, señorita, no puede estar aquí”, dijo Alonso Granados. La respuesta no se hizo esperar; el joven demandó respeto. Sin embargo, el diputado contestó en tono burlón. “Está bien, señor homosexual discriminado”.
El diputado Alonso recibió una amonestación y el incidente quedó en el anecdotario.
En enero de 2011, el legislador del Panal perdió los estribos y sacó a empujones y con majaderías al fotógrafo Luis Hernández.
Al diputado Alonso le molestó que el fotógrafo contestara su celular en el recinto legislativo y lo encaró: “Si no te sales, te parto la madre”.
En aquella ocasión los empujones no fueron suficientes por parte del diputado Alonso, éste le recetó un par de mentadas de madre y hasta lo retó a liarse a golpes al término de la sesión.
Estos bochornosos incidentes marcan a nuestro legislador, el mismo que llegó bajo el cobijo del morenovallismo y con la encomienda de transformar a Puebla.
Sus incidentes y pintas en avenidas trascenderán más que su trabajo legislativo.
Si no, al tiempo.