Si bien es cierto que la política es pasión y que el fin justifica los medios, los dos principales contendientes a la alcaldía, sus respectivos equipos, los partidos políticos y el gobierno del estado deben tener cuidado, pues el juego se les puede salir de la manos y entonces la ciudad y el estado podrían comenzar a sufrir los efectos de la ingobernabilidad y la presencia de grupos ajenos a Puebla.
La cuarta semana que recién concluye se caracterizó por los golpes que se dieron ambos contendientes, la presencia de grupos ajenos a la entidad participando en marcha de odio y el anuncio que se hizo el sábado pasado en un programa en Radio Fórmula a nivel nacional, en donde se habla de una marcha nacional anti-Tony Gali, programada para esta semana, en donde participarán —según los organizadores— estudiantes de todo el país.
El coctel molotov parece ser de muy alto riesgo, incendiar la ciudad y también el estado no parece ser la mejor formula para ganar adeptos, aunque por supuesto que le pone demasiada presión a las autoridades estatales, la cuales comienzan a perder el control de uno de los principales actores políticos, el PRI, el cual abandonó en Puebla la mesa de diálogo del Pacto por México.
El problema de Puebla es que se comienza a construir una espiral de índole nacional donde hay muchos actores involucrados, como el propio Gustavo Madero, endeble presidente nacional del PAN; Jesús Zambrano, el dizque presidente del nacional del PRD, y Graco Ramírez, gobernador de Morelos, cuya campaña se financió con dinero del morenovallismo.
La mezcla se comienza hacer muy peligrosa, si al ambiente político se le suma el ambiente de inseguridad, que rebasó a los improvisados encargados del área, Facundo Rosas y el “cuate” Amadeo Lara.
Aunque parezca uno “ave de mal agüero”, nada bueno se puede esperar de la quinta semana de campaña, en donde los ánimos ya se exacerbaron y al parecer no hay nadie que tenga la cabeza suficientemente fría para poner orden, y es que de los dos lados hay más gente interesada en los madrazos que en hacer política de altura.
No exagero, nunca en Puebla se había respirado un ambiente tan hostil, tan cargado de dinamita, dispuesta a detonarse en cualquier momento.
La propuesta, las ideas —como lo dije a mitad de semana— han pasado a segundo término y ahora la descalificación, el golpe bajo, la zancadilla, es lo que prevalece en una contienda, que despertó en sus inicios una gran expectativa. Ojalá que me equivoque y haya una voz que llame a la sensatez, ya que el IEE, como árbitro de la contienda, quedó completamente rebasado y carece de credibilidad.
Tutti fruti electoral
Los candidatos del PRI que mejor van en sus respectivas campañas son David Huerta, en Tepeaca, y Edgar Salomón Escorza, en San Martín Texmelucan.
Huerta ha realizado una campaña ejemplar en Tepeaca, de libro de texto, y es que de algo le sirvió haber perdido hace seis años en su primera experiencia como candidato a la alcaldía de ese lugar y, al parecer, aprendió de los errores.
Salomón repuso el camino y trabaja hoy con humildad, algo que le faltó durante su paso por el Congreso local.
Hoy no sólo ha caminado calle por calle su municipio, sino que también tiene contacto directo con la población y se desenvuelve bien en los medios.
Salomón no sólo tiene que hacerle frente a sus adversarios, sino también al gobierno del estado, el cual cínicamente ha volcado su estructura en este municipio, y para muestra un botón. El fin de semana participó en una reunión partidista el delegado de la Secretaría General de Gobierno en este lugar, de nombre Roberto Solano Pineda, quien incluso fue presentado oficialmente, pero también acompañaron al candidato oficial del PT Elizabeth Pérez Rodríguez, delegada del DIF estatal; el encargado de la Corde, Abel Julián Morales, y el delegado de la Sedesol, Leobardo Salgado; en resumen, puro “mapache”… ¿no que no tiene metidas las manos el gobierno del estado en el proceso?
Otra que está haciendo un buen trabajo es la candidata a presidenta municipal por Coronango, Mely Macoto; sin los recursos de la coalición Puebla Unida, la candidata recorre casa por casa la demarcación llevando su propuesta.
La candidata a la alcaldía de Coronango por la coalición 5 de Mayo pide sólo que le den un voto de confianza los pobladores para administrar este municipio, mientras lleva durante sus giras de trabajo apoyos, principalmente en lo que tiene que ver con jornadas sociales gratuitas.
Su principal oferta es gestionar la construcción de un hospital para su municipio, ya que los centros de salud son insuficientes.
Del otro lado, de la coalición Puebla Unida, quien hace un trabajo interesante y cierra las cosas en Zacatlán es Marco Flores, quien el fin de semana reunió a miles de maestros que le dieron su respaldo para la próxima jornada electoral del 7 de julio.
Callado pero con un trabajo permanente, Marco Flores recorre Zacatlán ganado adeptos, y es que si algo puede presumir el abanderado de Puebla Unida es que suma a muchos grupos en la “Ciudad de las Manzanas”.
Simpatizan con él lo mismo priistas inconformes que panistas, perredistas y sociedad civil, que lo ven como una buena opción para gobernar a uno de los municipios con mayor desarrollo en los últimos años.
Cuarta semana (la amenaza de la ingobernabilidad)
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