Una muy grave pifia cometió el consejero presidente del Instituto Electoral del Estado, Armando Guerrero Ramírez, al declararle al periódico El Sol de Puebla que el voto podía ser transferible.
En entrevista con Efraín Núñez, Guerrero Ramírez afirmó lo siguiente: “Por primera vez en un proceso electoral, se establece en el Coipep la posibilidad de declinar por alguno de los contendientes”.
Recordó que si ese supuesto se da en los días previos a la elección, los votos del candidato que decline, cuyo nombre y logotipo de partido aparecerán en la boleta, serán a favor del candidato al que se haya sumado.
“La solicitud se debe hacer oficial y de manera pública para que el Instituto Electoral del Estado esté informado de esta decisión”, sostuvo el consejero presidente.
Precisó que el candidato que tome esa decisión notificará por escrito al Consejo General a través de un oficio.
“De esta forma, aunque los votos de su candidatura serán a favor de quien haya declinado, el sufragio cuenta para el partido que lo abanderó para determinar la repartición de prerrogativas”.
Hasta aquí la larga pero necesaria cita de la entrevista que el consejero presidente le brinda al periódico El Sol de Puebla.
Este sólo hecho basta para solicitar la renuncia del consejero presidente del IEE de Puebla, y es que exhibe completamente la ignorancia o la mala fe de este personaje, quien junto con cinco empleados más del gobernador está encargado de organizar y hacer que se respete el voto en Puebla.
No puede ser que el encargado de conducir el proceso electoral en Puebla y ser garantía de equidad desconozca la ley, y ahí están sus propias palabras, las cito textualmente.
Más adelante, reconoció que el voto no se puede transferir, pero el daño ya estaba hecho, ya había exhibido —reitero— su ignorancia o su mala fe, y en ambos casos la cosa es grave.
Esta misma declaración anexada a otra serie de pruebas es elemento suficiente para que el PRI solicite en su momento la anulación de la elección, alegando que se violó el principio de la equidad, lo cual se puede documentar perfectamente.
El IEE de Puebla no es garantía de equidad en la contienda, de imparcialidad y de transparencia; así de claro, si los priistas la dejaron pasar en su momento y avalaron la conformación de este órgano, ese es su problema, a la vista su actuar, el cual deja francamente mucho que desear, así como la incapacidad de su consejero presidente, el cual ignora por completo la ley. Ojalá que le manden a su casa un código o de plano que se meta a internet.
Si Armando Guerrero conociera la vergüenza, mejor debería renunciar a su cargo y que uno de los suplentes ocupe la plaza.
 
Otra vez Actívate por Puebla
Queriéndose abrogar la representación de toda la sociedad de Puebla, esta organización puso la fecha para el debate, al cual no invitan, sino que quieren obligar a ir a los candidatos.
¿Con qué derecho estos oportunistas se abrogan la representatividad de la sociedad poblana? ¿Dónde ha estado Actívate por Puebla ante los excesos del gobernador? ¿Por qué no escucho la voz de Actívate por Puebla para criticar al IEE de Puebla y al Tribunal en su actuar parcial? ¿Qué dice Actívate por Puebla de la inseguridad? Silencio, ¿verdad?
Son —como lo dije hace unos días— unos verdaderos oportunistas que se quieren abrogar el convertirse en la conciencia social de Puebla; mejor que se pongan a trabajar de verdad en temas de interés social.
 
El 15, el mejor distrito para Puebla Unida
La empresa Parametría es la encuestadora de cabecera de Casa Puebla, y entrega constantemente números de cómo va la elección en el estado.
Los mejores números en Puebla capital para Puebla Unida los presenta el distrito 15, que lleva como candidato al exsecretario de Salud, Jorge Aguilar Chedraui.
Los números de Aguilar Chedraui lo colocan adelante en la contienda por la diputación local, y demuestran que pese a sus detractores, el exfuncionario ha hecho una buena campaña, con resultados tangibles.
A Jorge Aguilar le buscan amarrar navajas, pero él se ha limitado a trabajar y dar resultados, eso a final de cuentas es lo que importa en una elección.