Hace unos días me preguntaba por qué el diputado panista Mario Riestra, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, estaba tan ocupado las últimas semanas. Sí, es cierto que coordinar a las fracciones debe restar tiempo. Sin embargo, dicen los que saben que en realidad lo que tiene absorto al legislador es la campaña de su hermana Susana, aspirante a diputada por el distrito 12 de la capital, quien —por cierto— no ha dado una sola declaración a la prensa desde el inicio del proceso electoral porque los reporteros de la fuente no le conocen ni la voz.
La sobreprotección hacia la hermana ha orillado a pensar en la falta de capacidad política de la candidata, quien por cierto está en desventaja ante la priista Sandra Montalvo y quien no ha declarado ni siquiera sus propuestas legislativas, las cuales prefiere entregar en cruceros y evitar así críticas a su persona.
Es más, Mario Riestra Piña está tan preocupado por lo que sucede durante el periodo de campañas que no sólo asesora, ayuda y guía a Susy, como le dice de cariño, sino que también se da el tiempo necesario para “orientar” al área de Comunicación Social del Instituto Electoral del Estado y remendar las estupideces de su presidente Armando Guerrero. Sí, así como lo lee, el brillante diputado también interviene en la redacción de los boletines de prensa del organismo electoral.
A poco más de 20 días de concluir el proceso electoral, al también líder de la bancada panista no le preocupa lo que sucede en la sede del Congreso local, pues desde la salida del bailarín Edgar Salomón, diputado priista con licencia, tiene más que controlado el Poder Legislativo. Por “congruencia” abandonó la presidencia de la Comisión Inspectora pero dejó a su incondicional Jesús Zaldívar. En el lugar de Juan Carlos Espina, legislador que dejó su curul para irse como candidato a regidor, metió a Josefina Buxadé como presidente de la Comisión de Gobernación.
Mientras tanto, el diputado Riestra Piña está enfocado en cuerpo y alma al proyecto político de su hermana que, para ser sinceros, la metieron a la guerra sin armas y hoy la señora no da una. En fin, lo importante es que “todo en familia, siempre es mejor”.