Dicen que todo aquello que se puede comprar con dinero es barato y, al parecer, eso es lo que describe las aspiraciones presidenciales del Señor de los Cerros.
El día de ayer en su columna “Itinerario Político” de El Universal, Ricardo Alemán describe al gobernador poblano como un político “chiquito”.
En su columna de ayer, titulada “Los 13 para 2018”, Alemán hace una breve pero sustanciosa reflexión y menciona los nombres de quienes pudieran ser considerados como aspirantes presidenciales.
De esta forma, el columnista pone en la mesa a Eruviel Ávila, Manlio Fabio Beltrónes, Miguel Osorio y Luis Videgaray por el PRI; a Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez y Jesús Zambrano por el PRD; a López Obrador por Morena, y a Ernesto Cordero, Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala y a Rafael Moreno Valle por el PAN.
A primera vista, el hecho de ser considerado por una de las plumas más influyentes del periodismo capitalino pudiera parecer un éxito para el mandamás poblano. Sin embargo, al leer los considerados de Ricardo Alemán, se puede concluir que sólo utilizó su nombre para burlarse de sus aspiraciones.
Así las cosas. El principal habitante de la casona de Los Fuertes se convirtió en el hazmerreír de la columna en cuestión, en dos míseros pero contundentes renglones.
Permítanme retomar la alusión al Señor de Los Cerros: “(…) Y el caso del gobernador de Puebla es un mal chiste. Gasta y gasta, hace y deshace, pero no pasa de ser un político ‘chiquito’, lo mismo que Gustavo Madero”.
Tras la elocuente cita, me parece que en el Distrito Federal se empiezan a dar cuenta de que las supuestas aspiraciones presidenciales de nuestro gobernador no tienen mayor peso que el del dinero con el que intenta ganar complicidades para fortalecer su proyecto personal.
Sin embargo, para poder subir los peldaños que lo pudieran llevar a una eventual candidatura panista en 2018 se necesitan muchos otros elementos que el dinero no compra.
No es la primera vez que aparecen las burlas por las aspiraciones de nuestro gobernador, y seguramente surgirán muchas más.
En descargo de Moreno Valle —y si le sirve de consuelo— voy a retomar lo que el columnista dijo del gobernador de Morelos en la misma columna: “(…) Y al final aparece Graco Ramírez, con ninguna posibilidad, sobre todo por la grave crisis de violencia e inseguridad que vive Morelos”.
Después de leer la columna, me quedó claro que la inclusión de estos dos gobernadores fue para darle sabor al texto. 
Aunque, para la “egoteca” morenovallista, el gobernador ya puede presumir que está en la lista de presidenciables, aunque deberá ocultar que empató en el último lugar de la tabla con el pintoresco Graco Ramírez.
 
Los verdaderos presidenciables
De la citada columna y de muchas más se desprende que los verdaderos aspirantes presidenciables son otros, y que están más que a la vista.
El escenario nacional es abierto y nadie puede dejar de ver a quienes pelearán por esas posiciones, así como en Puebla conocemos las cartas por la gubernatura.
Salvo el natural descarte de una pieza fuerte que se dará el próximo 7 de julio de uno u otro partido, los demás están jugando por Casa Puebla.
No se necesita ser sabio para saber que el candidato del PRI a Casa Puebla en 2018 saldrá de entre los nombres de Juan Carlos Lastiri, Blanca Alcalá, Jorge Estefan y Enrique Agüera, en caso de ganar la alcaldía.
Y que del PAN serán Jorge Aguilar, Fernando Manzanilla y Tony Gali, si se alza con la victoria.
Cualquier otro personaje que se diga con aspiraciones sólo causará risas.
Para comparar la aparición en la lista presidencial de Moreno Valle con la lista para Casa Puebla tendríamos que poner a Óscar Aguilar o a Mario Rincón como serios aspirantes.
De ese tamaño es el chiste.