Corría el año de 1989. Era el sexenio de Mariano Piña Olaya, gobierno que se caracterizó por los actos de represión. Nadie olvida todas las acciones del poder en contra de la organización de ambulantes 28 de Octubre y su líder Rubén Sarabia Simitrio, quien a partir de su detención y posterior exilio nunca volvió a ser la misma.
Lo mismo sucedió entonces con la Universidad Autónoma de Puebla cuando el hoy fallecido Samuel Malpica era rector. En aquellos tiempos el hoy finado y el mandatario Piña Olaya eran públicamente enemigos. 
En ese año la esposa de Malpica lo denunció penalmente por el presunto delito de agresión física y verbal, motivos por los cuales el exrector fue llevado a prisión, al Cereso de San Miguel. Las dudas corrieron ante la pésima relación de ambos personajes. Se dijo que Mariano Piña Olaya orquestó el escándalo a fin de perjudicar a Malpica. 
Tiempo después, a la salida del penal del ahora víctima de asesinato, éste organizó una marcha para tomar de manera aparentemente pacífica los medios de comunicación con mayor trascendencia entonces y así buscar espacios en la televisión y radio local, y decir lo que él consideraba su verdad.
Era el tiempo de las quincenas de 10 días de salario para los trabajadores universitarios y el gran asesor del entonces rector era René Bejarano, años después mejor conocido como el “Señor de las ligas”. 
En ese mismo año las instalaciones del único canal local en ese momento, en el cerro de La Paz, fueron bloqueadas por cientos de simpatizantes del también excandidato a la presidencia municipal exigiendo un espacio al aire. El director general de Televisa Puebla, Humberto Barbosa, quien ante el escándalo no tuvo mayor opción que abrir el espacio al aire a fin de liberar la empresa. 
Las cosas llegaron a tal grado que se interrumpió el programa en turno y Televisa Puebla sacó un monitor con el objetivo de que los manifestantes observaran lo que sucedía dentro de los estudios de la televisora. Finalmente, Samuel Malpica logró plantear su inconformidad.
Su muerte representa un icono de la universidad de choque y que hoy se ha convertido en una de las más importantes del país. La realidad es que antes de la coyuntura electoral, detrás de Samuel Malpica hay otra historia que muchos recuerdan y pocos admiten, la de la universidad que se fue. Aquella de choque.