La fuerza motora de los emprendedores radica en su fuerza de voluntad para realizar las cosas. Existe, claro, un sueño o ideal a perseguir, pero si no lo tomas en tus manos y te comprometes a realizarlo, jamás se convertirá en una realidad.
Compromiso significa hacerse responsable de lo que tienes que hacer, es decir, “hacer lo que tengas que hacer, cuando lo tengas que hacer, te guste o no te guste”. Tomar el compromiso emprendedor es generar un plan que convierta al sueño en una meta, definir qué es lo que se va a realizar y en qué momento.
Para esto se tiene que tener en mente los recursos que se van a necesitar para ir cumpliendo cada uno de los pasos. Los recursos son todas las herramientas, habilidades, contactos y talentos que podremos ocupar para, uno, facilitar el cumplimiento de la meta y, dos, dar resultados en cada uno de los pasos del plan.
Hay que tener en cuenta que de cada parte del plan es necesario visualizar las variables y las alternativas, es decir, mantener siempre un “plan b” y hasta “c” por cada uno de los pasos, si bien tenemos una meta general, el plan nos va dando metas u objetivos particulares.
Entonces es ahí donde debemos conocer la motivación que nos mueva a llegar a ver nuestro sueño convertido en una empresa, y donde la fuerza de voluntad juega un papel muy importante, ya que se convierte en la gasolina motora de las acciones a seguir.
Para desarrollar esta fuerza de voluntad, que hoy llamaremos “fuerza emprendedora”, necesitas ser conciente de qué te motiva. La motivación puede llegar de cualquier parte, puede ser el hecho de tener más recurso financiero o una mejor vida para los tuyos, o apoyar a tu comunidad con tu proyecto, el punto es que identifiques qué es lo que esperas para ti cuando el sueño sea una realidad, a eso lo llamamos valores.
Te aconsejo que el día de mañana decidas realizar algo que siempre has querido hacer pero tú mismo te has impedido realizar, ubica qué va a cambiar en ti cuando lo logres, qué es lo que te va a dar y, sin perder ese valor, realízalo porque vas a tener una motivación para lograrlo, eso, amigo mío, es la fuerza de voluntad.
Realizando este ejercicio por al menos una semana desarrollarás un potencial de compromiso y de acción que muy pocos y sólo los exitosos cuentan, que es el compromiso real con tus valores y tu motivación.
No faltaría nada más que sólo empezar a redactar por escrito qué es lo que deseas alcanzar, y de ahí partir a un punto de arranque, ya que recuerda que hasta la carrera más larga empieza siempre con el primer paso, pero la diferencia con los que la terminan y lo que no es que los primeros tienen la fuerza de su interior para continuar y aquellos que deciden abandonar sus sueños siempre pondrán de pretexto mil complicaciones, porque sus miedos los limitan a no continuar.