No lo cuente en voz alta, pero quien se ha declarado en franca rebeldía en contra de que —según su propia versión— sea mutilado el territorio de San Andrés Cholula es el expresidente municipal y diputado local electo Miguel Ángel Huepa.
Ante la posibilidad de que se pueda llegar a un arreglo en donde el municipio de Puebla lleve mano quedándose con una importante franja de la zona que se encuentra en disputa, el diputado electo Huepa promueve desconocer cualquier afectación al territorio que considera sanandreseño.
El diputado Huepa ha instruido también a quien será su sucesor, Leo Paisano, hermano de quien fue presidente municipal —Guillermo Paisano—, para que desconozca cualquier acuerdo en el que se afecte el territorio que los sanandreseños consideran que les pertenece.
A los políticos de este municipio no les convence el tratado preliminar que se ha puesto sobre la mesa, mediante el cual la zona de Angelópolis quedaría en manos de Puebla, así como el Parque del Arte y los campus de la UAP y el Tec de Monterrey, además del Parque Metropolitano.
En contraparte, San Andrés Cholula se quedaría con las zonas residenciales que se encuentran en la zona en conflicto, las cuales pagan los prediales más altos y son una buena fuente de recursos para las arcas municipales.
El problema estriba en que tanto Huepa como Paisano consideran que si ceden el terreno también cederán la presidencia municipal de este lugar para 2018, debido a que causaría una grave descontento entre la población ceder el ya mencionado territorio a favor de Puebla capital.
Pero la preocupación de ambos personajes está bien fundada, ya que la totalidad de la población de San Andrés Cholula rechazaría un acuerdo de ese tipo; no le va a gustar nada a la gente, sobre todo de la cabecera municipal, que cedan el territorio a favor de Puebla, aunque no estén en condiciones de poder cubrir el mantenimiento de los dos parques en disputa.
Aunque aparentemente el Congreso del estado ya tiene muy adelantado el tema para poder llegar a un arreglo en el tema de los límites territoriales entre Puebla y San Andrés, la solución al parecer no será tan sencilla, sobre todo porque lo que está en pelea, más allá de un territorio en disputa, son tradiciones, costumbres y arraigo, lo cual no es fácil poder hacer a un lado.
 
Ayuntamientos en quiebra
Como ya es costumbre cada cuatro años, cuando se va a dar el relevo entre una administración y la otra, inicia el peregrinar de decenas de presidentes municipales que van a dejar las arcas vacías y ayuntamientos en quiebra total.
En Puebla son al menos 50 ayuntamientos, de los 217 que existen, los que enfrentan problemas en sus finanzas municipales, lo cual se agrava con las deudas heredadas desde hace mucho tiempo.
Aunque en Puebla capital el proceso de entrega-recepción entre autoridades entrantes y salientes ha sido un éxito, no ocurre lo mismo en el resto de las 216 demarcaciones restantes.
Casos dramáticos son los que se presentan en municipios como San Martín Texmelucan y Tepeaca, donde las administraciones municipales dejan saldos terribles en lo administrativo y en el rubro de la obra pública.
Es lamentable el estado en que se dejan ambas administraciones y el estado que guardan las calles de ambos municipios, en las cuales ya no existen pavimentos; se los llevaron las lluvias.
Éstos son sólo dos ejemplos, en Tehuacán la administración panista de Eliseo Lezama heredará pasivos por 40 millones de pesos a la nueva administración que encabezará el PRI.
La herencia compromete una buena parte de los recursos con los que contará la nueva administración y así se encuentra —insisto— una buena parte de los ayuntamientos de Puebla, cuyas finanzas ya están comprometidas para las nuevas administraciones, que aún no entran en funciones y tendrán que sortear los problemas que se presenten al hacer frente a los pasivos que se vayan encontrando.