Cuando todo indicaba que La Franja se encontraba en pleno ascenso, un golpe furioso del destino los vuelve a poner en su verdadera realidad. El sábado pasado en León, frente a la Fiera, las cosas y las circunstancias se habían acomodado para obtener una victoria que pondría a los de la Angelópolis en la pelea por una posible clasificación. Al minuto 28, una jugada circunstancial ponía a La Franja con el marcador, empatado a uno y con un hombre más sobre el terreno de juego. Es decir, se jugarían más de 60 minutos con un hombre de más sobre la cancha del Nou Camp; mejor, imposible. Sin embargo, con el marcador empatado al medio tiempo, algo pasó que en la segunda mitad los del Bajío se levantaron y, a pesar de la desventaja numérica, jugaron como si fueran más; la verdad es que le pegaron un “baile” al Puebla, que a la fecha sigue doliendo. El marcador final de 3-1 refleja ampliamente lo que sucedió sobre el rectángulo verde. Lo triste es que, con todo y la supuesta ventaja, los Camoteros fueron superados ampliamente en todos los aspectos, y lo peor es que prácticamente se pueden olvidar de una posible clasificación a la liguilla. La realidad para los poblanos es que nos alcanza para salvarnos del descenso y nada más, dejemos ya de una vez por todas los cuentos chinos y vivamos nuestra realidad, por lo menos en el actual torneo.
Lo que sí es un hecho es que ya se empiezan a perfilar los cambios de jugadores para el próximo torneo, y vaya usted apuntando a Félix Borja, Leandro Augusto, Alberto “Venado” Medina y Jonathan Lacerda como los candidatos mas viables a abandonar el plantel, nombres que ya tiene la directiva en el escritorio para tratar de sustituirlos de buena manera para el torneo que inicia el próximo enero.
Importante será que estos hombres y otros más sean sustituidos por jugadores que en verdad vengan a aportar pues, a mí parecer, La Franja no se encuentra tan mal. Obvio, será cuestión de apuntalar las posiciones claves y que éstas tengan el visto bueno del técnico Rubén Omar Romano, pues queda claro que después de 13 jornadas las posiciones claves se encuentran en la defensa central y en el eje del ataque. Atrás falta un central de categoría que acompañe a Chávez y le dé solidez defensiva, además de que sea un líder y referente en el vestidor, y adelante un centro delantero “matón” que haga pareja con Alustiza, para tener más variantes ofensivas y remate por arriba dentro del área, pues no es posible que quien supuestamente realiza esa función, como es Borja, se encuentre siempre en la banca y entrando sólo unos cuantos minutos.
El objetivo camotero ahora se debe centrar en superar los 20 puntos en el torneo, y eso se puede lograr en la medida que los partidos que se tienen aún como local se ganen (Pachuca y Atlas) pues, insisto, las visitas al América y Morelia se ven complicadas, aunque estos equipos se encuentren a esas fechas clasificados a la liguilla.
Se tendrán ahora 15 días para preparar el próximo partido como local, esto debido a la pausa que viene por los partidos de la Selección Mexicana. Ojalá que la pausa se aproveche para mejorar el funcionamiento y la mentalidad de la escuadra, la cual dejó mucho que desear el fin de semana pasado.
Lobos BUAP, en pie de guerra
Los que han mejorado de manera importante son los universitarios, quienes lograron una buena victoria el viernes pasado en CU al son de 2-0 frente al equipo Delfines de Ciudad del Carmen (ex Neza), quienes ostentaban el cuarto lugar de la tabla. Ahora los Licántropos se encuentran en zona de clasificación, misma que se deberá concretar jugando fuera de casa, pues a tres partidos de finalizar el torneo para Lobos, dos de éstos se tendrán que jugar en patio ajeno, lo cual, sin duda, significa un grado de dificultad más elevado.
Se trabaja ya en Lobos bajo la tutela del experimentado Omar Arellano, quien —me parece—para el inicio del próximo torneo podría estar apareciendo como el director técnico de la escuadra, y ya lo verán.
Como sea, por lo pronto se debe trabajar en lograr la clasificación a la fiesta grande, posibilidad complicada por el calendario, pero no imposible.
Nosotros, veremos y diremos.
Hasta la próxima.