De verdad que la afición y los jugadores juegan en pistas diferentes. Fue triste ver, el sábado pasado en el estadio Azteca, la manera en la que, por un lado, los aficionados poblanos realizaron el viaje a la ciudad de México, con todos los problemas y riesgos que ello implica, para alentar entusiasmados a los Camoteros; y, por otro lado, ver a los jugadores abusar de esa confianza con una displicencia y falta de dignidad que de verdad espanta.
La derrota, al final, es lo de menos. La visita al Azteca, para enfrentar al campeón América, siempre estuvo presupuestada como una eventual derrota. Que el tema Selección Mexicana abrió la posibilidad y esperanza de lograr algo más es harina de otro costal. Lo que de verdad espanta es la manera en que se enfrentó este partido frente a unas Águilas que jugaron hasta con siete Sub 20. Vimos a un Puebla desganado, atónito y con cero grados de responsabilidad; les valió que se pudiera calificar, que la ciudad de alguna manera se había encendido y desde el Azteca, y sobre todo desde la Angelópolis, se les estaba apoyando con todo. Que la directiva —a la que por cierto han defraudado— realizó todo lo que pudo para cubrir sus salarios, para ponerse al día, a pesar de operar con números rojos.
Independientemente de esto que le comentó, debo decirle que la mediocridad del futbol mexicano mantiene aún al Puebla con posibilidades de calificar, pareciera de risa, sí, pero es real. La distancia con Jaguares y con Querétaro —quienes ocupan el lugar ocho y siete en la tabla general— es de 4 puntos, a falta de 6 por disputar; incluso, el equipo de Tigres, en caso de ganar mañana su partido pendiente frente al América, podría meterse a la pelea por la clasificación. Sin embargo, la falta de compromiso mostrada por los jugadores nos deja claro que, aunque la combinación de resultados se diera, La Franja no aprovecharía, y eso, de verdad, ya es un tema que preocupa y lastima a la afición poblana, pues los años pasan y nada más con La Franja no pasa nada. El próximo domingo se cierra temporada en el Cuauhtémoc recibiendo al Pachuca para terminar su actuación ocho días después en Morelia.
 
Lobos BUAP
Los que finalmente no lograron salir del marasmo en el que los dejó Gustavo Moscoso fueron los Licántropos, quienes ni con la aportación de Omar Arellano pudieron cambiarle la cara a la escuadra. El sábado pasado, frente a los Alebrijes de Oaxaca, quedó demostrado con la derrota de 2-0 que la escuadra necesita una limpia en lo general, desde jugadores y terminando por el cuerpo técnico, pues en el futbol cuando los resultados no se dan y más después de una temporada como ésta, se deben tomar medidas drásticas para poner a este equipo en el lugar que merece estar, pues, si no me equivoco, desde 2009 es la primera vez que no se califica a una liguilla, y eso es un lujo que esta importante institución estudiantil no se puede permitir.
La próxima semana, en Altamira, Tamaulipas, los Lobos terminarán su actuación en la presente temporada, con lo cual seguramente se empezará a trabajar de inmediato para presentar un equipo competitivo a partir de enero próximo.
Nosotros, como siempre, veremos y diremos.
Seguimos en línea.