Inverosímiles resultaron las declaraciones de los diputados tras el reportaje que publicamos ayer en las páginas de Intolerancia Diario sobre las pésimas condiciones en las que se encuentra el zoológico de Tehuacán y cómo viven las especies.
La tan cacareada Ley de Maltrato Animal resultó una auténtica vacilada. Nuestros flamantes diputados hicieron una ley exclusivamente para salvaguardar a perros y gatos; las demás especies pueden esperar.
El reportaje de Francisco Sánchez Nolasco es contundente, las imágenes del llamado “club de los animalitos” exhiben el maltrato del que son víctimas las especies, la infraestructura del zoológico es una auténtica pesadilla, además de las inexistentes normas de seguridad que un lugar como éste debe tener.
El reportaje es una prueba contundente; sin embargo, nuestros legisladores del PRI y del Verde se lavaron las manos y echaron la bolita al Gobierno Federal. Así como lo está leyendo. El Gobierno Federal será el encargado de supervisar el caso.
Pero el mal estado del zoológico, propiedad de Sergio Gómez Olivier, quien el próximo año se estrena como diputado local, traspasó fronteras. A través de un video, Karla Munguía denuncia cómo el espacio no cumple con los condiciones ni con los requisitos para operar.
Además, señala a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón de otorgar los permisos para su operación.
Sin embargo, todas estas pruebas no son necesarias para los diputados del Congreso local.
Pero no fueran canes ni mininos, ya que montarían un auténtico show, tal y como sucedió la semana pasada, cuando anunciaron la primera denuncia penal por maltrato animal y es en contra de un “criadero” de perros que opera en el centro histórico de Puebla. 
Sin embargo, ahora ante el caso del zoológico de Gómez Oliver pasa inadvertido.
Al parecer, el aura morenovallista aún lo cubre y su blindaje parece no tener fecha de caducidad.
Recordemos que durante la campaña de 2010 el ahora diputado electo regaló al Señor de los Cerros un tigre blanco, mismo que estaría en Casa Puebla. Sin embargo, en un acto de prudencia, el hoy gobernador rechazó el obsequio.
Así se las gastan los amigos y cómplices del Señor de los Cerros. Y el Congreso local solapa, una vez más, las tropelías de los morenovallistas.