1. Del señor Marcelo Ebrard se habló mucho entre los 8 millones de habitantes de Roma (el DF), y también entre algunos millones de mexicanos adictos a la TV comercial, por su trabajo al frente de una de las ciudades más grandes del mundo. Sus publicistas destacaron entre las nuevas generaciones una serie de medidas sobre servicios públicos que aún no aterrizan, ni siquiera en forma de proyectos en muchos estados de la República. Entre lo más notable se impulsaron las siguientes medidas:
M.1. Le dio preferencia al transporte masivo sobre el automóvil. Es así como en diversas líneas los trajes de Armani, Hugo Boss, High Life, y las lociones de Guerlain, Rochás, Chanel van encontrándose en autobuses para el transporte masivo, junto con los trajes de 900 pesos y los aromáticos líquidos que se venden por litro.
M.2. Uso de la bicicleta en ciclopistas especialmente diseñadas para ello privilegiando la salud, aumentando al mismo tiempo los kilómetros para este transporte.
M.3. Impulsó el nacimiento de la cultura identitaria en un territorio donde todos vienen de todas partes del país y del mundo, y deben entender que pertenecen a uno nuevo con derechos y obligaciones específicas que no existen en sus geografías originales, fue así como un nacido en el DF encontró a otros millones del mismo origen.
M.4. Generación de medidas racionales para volver humana una ciudad “bestializada” por la indiferencia gubernamental durante décadas hacia el proceso educativo.
M.5. Creación de conciencia para “servicios públicos de primer mundo con un pago hacendario de primer mundo”.
2. Octavio Paz decía que “todos los mexicanos estamos en desacuerdo pero estamos de acuerdo en ello”. Con Ebrard pasó lo mismo: “Todos los del DF estuvieron en desacuerdo con él, pero todos obedecieron bajo acuerdo”.
La imagen ebrardiana —aun fuera de gobierno— sigue impulsando la idea de ser candidato a la Presidencia de la República por parte de los partidos con franquicia izquierdista en México, donde destaca en este 2013 el PRD. Es así como afanosamente, en una primera etapa, intenta ser candidato a la presidencia de su partido, como paso obligado para su objetivo. La segunda etapa sería su campaña presidencial. En caso de lograrlo tendrá que admitir la existencia de otros 100 millones de mexicanos que vivimos en las Galias norteñas, centrales, sureñas, las del Pacífico y las del Atlántico, donde su conducta gubernamental nos es ajena.
Nuestra casa
¿Debilidad mental, exceso de pasión al conducir, carencia de educación vial, descuido imperdonable de las autoridades municipales de tránsito? Son las posibles causas por las cuales todos y cada uno de los conductores poblanos, en cada cruce de calles, nos estorbamos el paso los unos a los otros. Quizás para el siglo XXII hayamos encontrado una solución.