La Procuraduría General de Justicia (PGJ) tiene en sus manos el desmantelamiento de toda una red de narcotráfico y de otros delitos graves que operan desde la zona de las dos Cholulas y que se extienden a las ciudades de Puebla, Atlixco, Matamoros y otros, además de que mantiene bajo arraigo a dos piezas muy importantes que forman parte de un cártel muy peligroso que podría provenir de Poza Rica, Veracruz.
Los arraigados no son otros que Belén González Rodríguez, de 30 años de edad, detenida por la Policía Federal el pasado martes de enero junto con Miguel Ángel López Ortiz “El Black”, quien habría destazado a un hombre y ejecutado con disparos de calibre .45 a otro, todos ligados a la venta de las drogas. Esta mujer podría ser familiar de uno de los cabecillas de esa organización delictiva, vinculado incluso con el atentado al “antro” La Patrona, en la avenida Juárez.
El segundo de los arraigados es Ulises Paredes Bañuelos “El Sinaloa”, de 21 años de edad, detenido en la ciudad de Atlixco cuando trataba de cobrar “derecho de piso” al propietario de un gimnasio y quien al ser interrogado confesó haber asesinado a cinco personas, todo esto por “encargos” para el grupo con quien trabaja, incluso dijo que “El Black”, quien fue consignado al Penal de Mediana Seguridad de Tepexi de Rodríguez, participó en la mutilación de un presunto “narcomenudista” cuyo cuerpo fue abandonado en Izúcar de Matamoros.
Las investigaciones de ambos arraigados han tenido tal avance que en medio de un total sigilo han realizado las exhumaciones de varios cuerpos de hombres que en su mayoría se dedican al “narcomenudeo”, quienes fueron ejecutados por los detenidos y otros por haber invadido su “territorio”, donde se dedican a la distribución de todo tipo de drogas.
Las investigaciones contra el narcotráfico y el “narcomenudeo” iniciaron a partir de las ejecuciones de sujetos que pudieron haber estado implicados en la venta de drogas, además de las amenazas que recibieron propietarios de “antros” y bares, a quienes obligan a permitir la venta de alcaloides, además de que les cobran el “derecho de piso”.
Para que la PGJ pudiera ajustar las piezas del rompecabezas de las recientes ejecuciones y atentados fue necesario que se redoblara la seguridad en territorio poblano. Esto llevó a la detención de Miguel Ángel López Ortiz “El Black” y de la que en un principio se dijo era su amiga y resultó ser su patrona, Belén González, amén de que “El Sinaloa” estaba detenido.
Este hombre mostró videos tomados en su celular del descuartizamiento de un hombre donde participó “El Black”, quien es poblano. Lo demás fue ordenar las fechas de las ejecuciones y las identidades de las víctimas, lo que reveló una “limpia” en la zona sur-poniente del estado para dar entrada a una organización delictiva. Organización que está a punto de ser desmantelada. 
 
Cuachicoleros con claves
Este reportero participó en la investigación de autoridades estatales en donde funciona una especie de bodega donde existe una toma clandestina para el robo en ductos de Pemex, que se ubica en la zona de Chachapa.
El propietario de este negocio, de apellido Ramírez, ya tenía provista una “clave” para que el dispositivo policíaco se retirara de inmediato y lo dejara de seguir con su negocio, que no es otra cosa que el robo de hidrocarburos.
Y así fue, todos se retiraron. 
Nuestro personaje está totalmente “apadrinado” con protección de unidades de la Policía Estatal. 
Son de verdad inmunes.
 
Ministerial transformer
El agente de la Policía Ministerial del Estado (PME) que en completo estado de ebriedad y presuntamente “cruzado” por alguna droga atacó con la cacha de su arma de fuego es propietario de una camioneta Chevrolet, de color rojo, tipo americana, placas GS-21734.
Al momento de escapar, por la presencia de la Policía Municipal, dejó abandonada una hoja donde se encuentran “claves” del Radio Matra, que ubican desde el director de la corporación hasta el banco de armas y la misma Novena Comandancia, donde —se presume— se ubica.
Los afectados preparan denuncia por la agresión, sólo les falta confirmar el nombre que tienen.
Nos vemos cuando nos veamos.