1. La primera reforma política social mexicana se alcanza cuando España reconoce nuestra independencia. Fue social, por que implicó la creación de una nueva estructura económica, religiosa, cultural y de reconocimientos étnicos.
2. La segunda reforma política social mexicana se alcanza con el debido cumplimiento a las Leyes de Reforma, llámense: De Comonfort o de Juárez.
3. Los estudiosos de todo el mundo occidental, e incluso chinos y rusos, admiten y preconizan que la Revolución mexicana fue la primera en el mundo entero en el siglo pasado, cuyos alcances sociales permitieron hasta 1984 un desarrollo democrático de bienestar social.
4. Hoy Pemex aporta el 40% del ingreso nacional. La expropiación cardenista se volvió reforma social.
5. A partir de López Mateos todas las reformas políticas son partidarias. Todas y cada una de ellas sólo tienden a engrandecer a los partidos políticos, para disminuir la presión de una incipiente opinión pública, la cual a estas alturas (2014-siglo XXI), aún no entiende que solamente ejercemos una democracia electoral, donde el poder presidencial, el de los gobernadores, presidentes municipales, senadores, y diputados federales y locales, patrimonializan sus altas representaciones, según sus criterios personales y en algunas ocasiones los de los favoritos que los acompañan en forma de camarillas.
6. El actual señor presidente de la República ha enviado su propuesta de reforma política; deseable es que fuese social y no partidaria, desafortunadamente está dedicada exclusivamente a transformar en parte la cuestión electoral y en una pequeñísima proporción a lo social. Lo que presenta son las propuestas que por décadas la izquierda nacional, ha exigido:
a) Destitución inmediata de cualquier mandatario del rango que sea por deshonestidad (corrupción rampante), incompetencia, ineptitud o taras mentales que afecten sus labores.
b) Segunda vuelta electoral.
c) Uso del referéndum y del plebiscito para definir políticas a seguir por los gobiernos.
d) Reelección de presidentes municipales llamados comúnmente alcaldes.
e) Se quedan en el tintero las reformas urgentes que se necesitan para transformar a la política partidaria-electoral en política social, donde los valores de honradez, lealtad, fidelidad, compromiso social, y cumplimiento de la palabra empeñada deberían florecer:
R.U.1. Aniquilamiento del “chapulinismo” en encargos administrativos y legislativos. Propuesta: Que cualquier nacional que haya obtenido un encargo en elecciones, desempeñe sus labores en forma honesta, productiva (que sea eficaz y eficiente), y que la cumpla hasta el último día del mandato por el cual compitió electoralmente. En estos momentos en todo el país todos los partidos impulsan el “chapulinismo” lanzando a un alcalde con permiso a una diputación local. A un diputado local lo convierten en candidato a diputado electoral. A un diputado federal lo lanzan como candidato a senador. E invariablemente los senadores en funciones piden permiso en sus labores, para pelear una gubernatura; rompiendo todos el orden racional de las cosas, lanzando humillaciones y bofetadas a un electorado apático e indefenso.
R.U.2. La traición, la deslealtad, la deserción, la infidelidad, y el “chaqueterismo”, son prácticas comunes en todos los seres humanos y las ejecutamos en el momento que creemos conveniente para nuestros fines e intereses. Si en los conclaves de alta moralidad, fundamentada a la vez en los inventores de la ética cambian de chaqueta en los conclaves, ¿qué podemos esperar de un hombre de negocios, un ingeniero, o un profesor de aldea?, cuando de ejercer los valores del cumplimiento están a prueba.
R.U.3. El alto costo económico de los organismos electorales debe disminuirse para dedicarlo a exaltar las actividades productivas de productos, bienes y servicios; necesario es que se legisle de tal forma que la sociedad en pleno y a título gratuito vaya asumiendo con la debida madurez los encargos para convocar, colegiar, efectuar, y calificar elecciones. De no lograr esto seguiremos derrochando el tesoro nacional.
Nuestra casa
Vienen los atracones de Semana Santa —decía Anuar Merhy Shalfun: “El mejor restaurante es tu casa, si tu mujer sabe cocinar”—, llegan miércoles y viernes: Caldo de habas, tortas de camarón, de papa, de pitos, acompañando moles de gran raigambre cristiana; esperemos que guisanderas criollas nos deleiten con sus manjares dulces al final: torrejas y buñuelos acompañados de un buen café, o de un buen anís de tipo seco.