Debo reconocer que cuando Felipe Calderón habló por primera vez del mando único como una estrategia para fortalecer la seguridad pública en el país me dejó gratamente impresionado, toda vez que uno de los problemas que las policías sufren en su diario accionar es el de la falta de coordinación entre las diversas corporaciones.
De esta forma, pensar que la creación del mando único para operar y ordenar los diversos operativos de seguridad nos hacía pensar que esta era la solución para evitar acciones individuales, que en ocasiones duplicaban esfuerzos y que al final daban muy pocos resultados.
La idea genérica era muy buena, el problema es que los “genios” que asesoraron —en materia de Seguridad Pública— al entonces presidente jamás le informaron que debían hacerse ajustes jurídicos partiendo de la Constitución federal, pasando por las Constituciones de los estados, las leyes reglamentarias hasta llegar a los reglamentos municipales.
Así las cosas, lo que parecía una idea genial terminó entrampándose de tal manera que hasta ahora el mando único es un mito generado por la administración calderonista, sin que nadie haya podido encontrar la fórmula para hacerlo realidad.
Y lo mismo que a nivel federal le sucedió a Genaro García Luna y a toda su pandilla, incluido el actual secretario de Seguridad Pública en Puebla, Facundo Rosas, ahora se repite con la intentona de crear el mando único para la zona metropolitana de la Angelópolis.
Y es que el problema, además de lo legal, se complica con lo político, en donde las condiciones para unificar criterios y estrategias convierte a las reuniones en auténticas cenas de negros.
En el colmo del absurdo, el pasado lunes, en una reunión entre los alcaldes de la zona metropolitana y el gabinete de seguridad del gobierno del estado, se determinó crear una coordinación única de seguridad, a la cual denominaron Mando Único Colegiado.
Así como usted lo lee.
Mando Único Colegiado.
Es decir, que el mando único estará compuesto por un cuerpo colegiado, conformado por los directores de Seguridad Pública de los municipios involucrados.
Un auténtico despropósito.
Imagínense que el mando único tendrá cuando menos 10 miembros.
Es como de chiste.
Creo que valdría la pena que alguien les mostrara un diccionario para que comprendan el antagónico significado de “único” y “colegiado”.
Pero en ese nuevo papel del gobierno morenovallista de presumir que Puebla es primero en todo, no dudo que en el cuarto informe el Señor de los Cerros anuncie que nuestro estado fue el primero en poner en marcha el Mando Único.
Colegiado, pero Único.
Único, pero Colegiado.
Manda uno, pero mandan todos.
Todos mandan, pero manda uno.
Total, que todos seguirán haciendo lo que se les pegue la gana, pero de manera colegiada.
¡Qué desmadre!