Verdadera cátedra de rejoneo y monta de Pablo Hermoso en La México.
“Churrumay”, ese hermoso caballo de tan simpático nombre abrió la alineación de caballos que utilizó Pablo Hermoso de Mendoza el domingo pasado en el festejo que cerró temporada; le siguieron en este orden: “Chenel”, “Viridiato” y, para matar, “Pirata”; eso, en la lidia del primer toro de Julio Delgado, y en el segundo alinearon: “Napoleón”, “Disparate” y “Habanero” y, nuevamente para rejón de muerte, “Pirata”. Por cierto que al salir “Pirata”, el caballo que Pablo viene utilizando para dar muerte desde hace ya buen tiempo, el comentarista invitado, el matador en retiro Jesús Solorzano, le preguntó dubitativo al otrora “Joven” Murrieta: “¿Ese caballo ya lo sacó en el otro toro?”.
Señores, a lo que están; primero documentarse, informarse de la cuadra del caballero stelles, fijarse a lo que ocurre en el ruedo y luego abrir la boca.
Para ello recomendamos la página del mismo caballero: www.pablohermoso.net, donde pueden encontrar todos los datos de la cuadra, cosa indispensable antes de acudir a la plaza y más si se va a actuar de cronista. “Pirata” es un tordo rodado, de sangre azteca, por tanto tiene la rapidez de un cuarto de milla, pero ejecuta las suertes con la lentitud del temple del toreo a caballo. Hace siempre un toreo de mucha expresividad, realizando algunos “números” que ya tiene bien montados donde, a la doma, se desempeña con la maestría con que ha sido educado y al instinto torero se suma una buena dosis de histrionismo caballar. Hace honor a su árbol genealógico su pedigrí y currículum, pues es hijo del célebre “Fosforito”. Resulta ser el caballo más utilizado de la cuadra de Hermoso de Mendoza y actualmente es considerado el mejor caballo para el último tercio del mundo. De ahí que no se pase por alto el menosprecio y la distracción del comentarista al preguntar: “¿Ese caballo ya lo sacó?”
Bien, a lo que íbamos. Se cumplen así 15 años de la primera visita del navarro a estas tierras, y su periplo aún no termina, quedando varias fechas pendientes, pero una vez más deja confirmada su hegemonía en el rejoneo actual y de todos los tiempos. Lo realizado en La México, además de vistoso, agradable y de mucho gusto y apreciación por parte del público, sin olvidar anotar que en los llenos que provoca Pablo Hermoso en el gran embudo, muchos, muchos asistentes; la mayoría son amantes de los caballos, jinetes, jugadores de polo, miembros entusiastas de clubs hípicos y, por tanto, puede decirse que se trata de un cotarro que acude a la convocatoria que provoca el rejoneador ibero, y por otra, todo lo que “el Maestro” realiza es bien apreciado y por ello bien aplaudido y festejado. Lástima que con el rejón de muerte del segundo haya venido la falla. Pero queda plena evidencia de la gran capacidad de doma y entrena del navarro con sus caballos; en 15 años son ya varias las camadas de potros que le hemos visto lucir dejando prueba fehaciente de que aprueba con suficiencia y de manera unánime la “Prueba de ENLACE” en materia de educación de caballos de rejoneo y Monta a la Alta Escuela.
Vaya ahora un comentario de algo de lo mucho que ha hecho vibrar a la concurrencia: la Hermosina o Mendocina, suerte vistosa y muy jarifa que es un verdadero toreo de capa, temple de embestidas que realizan los caballos de Hermoso de Mendoza poniendo el rabo enhiesto, cuestión de instinto, son caballos toreros y convertido el rabo en verdadero capote de brega, mientras el caballo hace cambios cabalgando de costado, de uno y otro lado, con un dominio absoluto, como si de torear con capa a pie se tratara y luego viene el recorte que levanta, pone de pie a los asistentes como un resorte; suertes que invariablemente deben ser acompañadas por un “¡oleeé!” largo y coreado con emoción, todos puestos de pie, como ocurrió el domingo en el albero de Insurgentes, pues eso, emociones, es lo que el jinete navarro pone en su monta y toreo. Y vienen luego, después del temple y el mando, los giros, mero frente a la cara del toro y aquí también va nuestro comentario; preferimos usar el término “giro”, así neto, en vez del término “pirueta” utilizado por el cronista, ya que pirueta va más al concepto de giros en aire en la aviación de acrobacia. En el toreo a caballo son bellos, llenos de emoción esos giros con los que el aficionado ve más que justificado el pago el boleto de entrada, por ello es que, festejo en que aparece acartelado el de Navarra, el entradón es seguro. ¡Enhoragüena!
“Pirata”, ¡caballo artista y torero!