La entrega de mototractores a los afortunados campesinos poblanos, por parte del actual gobierno estatal, se parece más a un capricho sexenal que a una política real que contribuya a la mecanización del campo poblano.
Aún más, los mototractores impulsados en el sexenio panista de Felipe Calderón han sido rebasados por las actuales políticas que en materia de agrícola impulsa el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a través de la Sagarpa.
Es decir, los motroctactores están desfasados de las actuales políticas que buscan modernizar e impulsar la productividad del campo mexicano.
Sin embargo, en los últimos tres años el gobernador se limitó a entregar los famosos mototractores, los cuales resultan inservibles para las condiciones del campo, particularmente en terrenos tan desiguales —quebrados— como los que abundan en la Sierra Norte poblana.
Sin embargo, el gobierno estatal se empeña en seguir con la entrega de la maquinaria. No cabe duda, se está convirtiendo en un capricho sexenal.
Sobre todo porque en el último informe la Auditoría Superior de Fiscalización (ASF) hizo observaciones por la compra y entrega de mil 690 máquinas, como sobre costos, falsificación de firmas de los beneficiarios, compras a un mismo proveedor y nula aportación económica de los productores.
Incluso, a finales de 2013 el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) suspendió la certificación Ocima a la empresa MekaTech para los motocultores que entregó en el estado de Puebla desde 2011, por lo que la firma está imposibilitada para proveer ese tipo de equipos a través de subsidios gubernamentales.
Puebla es el único estado donde se lleva a cabo la entrega de los mototractores, ya que a nivel nacional la Sagarpa cuenta con una estrategia de mecanización integral, con centrales de maquinaria para atender las necesidades del campo.
En la agricultura de conservación es la mecanización integral, con centrales de maquinaria, pero no se tiene contemplado un programa de mototractores.
En materia de mecanización del campo, la política federal está encaminada a la agricultura de conservación, con centrales de maquinaria, maquinaria básica que considera tractores, sembradoras de precisión, máquinas para la roturación del suelo y cosechadoras.
La meta del Gobierno de la República es trabajar en una estrategia de mecanización integral con centrales de maquinaria “que permita que se que conserve el suelo y el agua y se eleven los rendimientos”.
Sin duda, los mototractores, un capricho sexenal y anacrónico.