Apuntamientos de toreros varios

“Sevilla tiene un color especial… y me gusta estar con su gente”. Un gustazo haber estado con el matador Antonio Barrera y su poderdante José Antonio Barrera, quien luce esplendida sonrisa a raíz de su reencuentro con el público de Querétaro, festejo de alternativa de Santiago Fausto y toros de Germán Mercado, Monte Cristo y de Fernando Pérez de Salazar, con su hierro de Ordaz; de testigo Joselito Adame, quien está hecho un jabato, saliéndole por igual a todos los toros y dominando cada vez más la vistosa zapopina y desarrollando un torero mandón con rodilla flexionada, o con un mano en el estribo en ajustados pases de costado, que se repiten hasta por seis veces, levantando al público de sus asientos. “Estremece La Santa María” tituló la prensa local. Tiene por ahora este Joselito dos cosas por superar, al menos esos errores le vimos y que le hicieron perder las peludas. Primero, querer matar “recibiendo” a un toro que no tenía un pase más, por ello no le empujo a la hora de matar e imposible meterle la espada recibiendo; el otro error, también con la espada, citar con el eje horizontal de la toledana en posición vertical, cosa que al momento del encuentro obliga a girar la mano para que la punta de la espada seguida de la curvatura que se llama “la muerte” penetre horizontal, se pierde así un tiempo precioso. Esta modalidad de ejecutar la suerte es del dominio de José María Manzanares y si es cierto que resulta muy vistosa, también es cierto que es harto dificultosa. Por ello, los toreros para triunfar no deben recurrir a realizar suertes que no son de su dominio. Y a otro día después, en Jalostotitlán no requirió de suerte alguna para matar al toro de San Isidro que salió “para vacas” y fue debidamente indultado. De Joselito debemos apuntar que aparece ya para dos tardes en Las Ventas de Madrid en la feria y una más tarde para la feria de San Miguel.

De Morante de la Puebla, si bien fue muy comentado que el usía se excedió al otorgar “de entrada” dos apéndices, lo cierto es que el toreo de capa y la faena de muleta coronada con estocadón para mi gusto, si eran de dos pero, pues, el juez también tiene un aficionado dentro y debió aguantar un poco.

Otro torero que anda en estos días a tambor batiente es Fermín Espinosa, el cuarto de los “Armillitas”, que en el fin de semana en corridas carnavalescas ha cortado un par de orejas en cada tarde: Jalostotitlán y Autlán de la Grana, con lo que marca a España a continuar poniéndose a tono y cumplir los compromisos que quienes llevan ahí su poderes le han concertado, ahora ya con mayor certeza de que sí las puede y ante las sonrisas de satisfacción de su padre, el maestro Fermín y su tío, el matador Miguel. “Amo’a ve”.