Como respuesta a la columna publicada en este espacio el día de ayer y que titulé “El aguerrido Franco”, misma que fue reproducida en el muy leído portal de noticias e-consulta, el diputado Franco Rodríguez se apresuró a responder con un boletín de prensa.
En el documento mediático, el exlíder empresarial se desvive por describir las bondades del incremento de las tarifas, pero reconoce que el SOAPAP ya opera con números negros.
Esta última declaración es devastadora.
Recordemos que, en múltiples ocasiones, los funcionarios de la actual administración aseguraron que el SOAPAP se encuentra en la quiebra; este hecho generó la iniciativa para privatizar el organismo.
En el texto, difundido desde el correo electrónico de la bancada panista, el aguerrido Franco reconoce que el Sistema Operador de Agua Potable goza de cabal salud, e insiste: opera con números negros.
En el boletín de marras, el diputado panista reconoció que durante años el organismo operó con pasivos, su cartera vencida llegó a más de 50 por ciento de los usuarios y 70 por ciento de la inversión que realizó fue con deuda.
Aquí viene lo interesante. Cito el documento en cuestión:
“Hace tres años, se inició la transformación del organismo para mejorar sus finanzas y tener más agua y de mejor calidad. De esta forma, al día de hoy el SOAPAP es un organismo que opera con números positivos, pero no cuenta con los suficientes recursos para hacer inversiones a futuro y no se puede poner en riesgo el suministro del servicio”.
Hasta aquí la obligada cita.
Después de leer esto surgen algunas preguntas: ¿Por qué desperdiciar el dinero en la rueda de la fortuna? ¿Por qué gastar en un teleférico? ¿Acaso estos recursos no estarían mejor aplicados en dotar de agua a los poblanos sin que sufrieran el incremento de las tarifas?
No cabe duda, el diputado morenovallista juega las cartas del grupo que lo llevó a la diputación y se olvida de los ciudadanos que votaron por él y les da la espalda al aprobar el incremento de las tarifas del agua potable y obligarlos a adquirir un medidor.
Esa es la nueva clase política que impera en Puebla.
En fin.