El Instituto Estatal Electoral representó para los poblanos un organismo ajeno a los intereses ciudadanos, cargado al grupo en el poder, caro e ineficiente.
Resulta que las elecciones de 2013 en Puebla, que sirvieron para eligir a 217 presidentes municipales —dos de ellos no se concretaron porque nos consejeros no fueron capaces de “meter orden” en los municipios de Acajete y Cuapiaxtla— y 41 diputados locales, fueron las más caras de la historia de Puebla.
Incluso, superaron a las elecciones organizadas en 2010, cuando se eligió al gobernador del estado. Las de 2013 fueron 9 por ciento más caras que las de 2010.
Durante la sesión ordinaria, el Instituto Electoral del Estado de Puebla informó que las elecciones de 2013 para elegir diputados y ayuntamientos alcanzaron un costo de 390.7 millones de pesos, lo que representó 9 por ciento más en términos reales al gasto de las elecciones del 2010.
Los consejeros electorales atribuyen el derroche financiero al aumento de la inflación.
Pese a la justificación económica, lo cierto es que a las elecciones de 2013 dejaron de votar 416 mil poblanos, en comparación con la participación de 2010.
En las elecciones de 2010 hubo una participación de 2 millones 203 mil 868 votantes, mientras que para el proceso de 2013 la participación fue poco superior a 44 por ciento al votar un millón 787 mil ciudadanos, es decir, 416 mil menos.
Pero el derroche financiero y la reducción de los votantes fue lo único.
Los consejeros del IEE en todo el proceso electoral fueron de error en error.
Cómo olvidar la pifia del consejero presidente Armando Guerrero, que cometió el error garrafal de declarar al diario El Sol de Puebla que “un candidato puede transferir sus votos a otro durante el día de la elección, en caso de que se retire de la contienda”.
Al consejero Guerrero se le olvidó que el voto, de acuerdo con la Constitución, no es transferible y menos está estipulado en la ley electoral. 
Y para acabar el proceso, otro error de cálculo, al grado de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación “corrigió la plana” al Instituto Electoral del Estado y al Tribunal Electoral de Puebla y reasignó las diputaciones plurinominales.
La alianza morenovallista perdió dos diputaciones plurinominales en la mesa. Los excesos y el servilismo tanto del IEE como del TEE no procedieron.
Se impuso la determinación de la Cuarta Sala del Tribunal Electoral del Poder Judicial y los organismos estatales no tuvieron otra más que reasignar las diputaciones plurinominales.
Con la modificación se otorgaron sólo cuatro diputaciones plurinominales a Puebla Unida, a la coalición 5 de Mayo seis, PT y Movimiento Ciudadano dos cada uno, mientras que Pacto Social de Integración solamente obtuvo una.
De ese tamaño fue el trabajo ineficiente del IEE.