El secretario general de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, estrenó su membresía perredista, recientemente adquirida en una ceremonia mediática en la ciudad de México, en el foro denominado “Puebla enfrenta la discriminación por homofobia”, organizado por el grupo parlamentario del PRD en el Congreso estatal.
El funcionario morenovallista justificó su afiliación al PRD. Jura y perjura que llega al PRD con un encargo nacional; por lo tanto, no habrá problemas de su actividad estatal como secretario con la de militante.
Y que se dedicará a abonar en el fortalecimiento de la izquierda progresista, de ahí su decisión de unirse al partido del Sol Azteca, donde está creciendo una corriente que está luchando por acabar con el radicalismo.
Los reporteros le cuestionaron si busca una candidatura.
El funcionario estatal respondió que no: “He sido muy claro en el sentido en el que estoy incorporándome incondicionalmente. No hay candidaturas, menos naturales. Hoy todo mundo aspira, participa y quiere un espacio, yo ya los he tenido y, créanme, no me inspira aquí ningún motivo de hambre política, llego sin salario económico y sin salario político. Lo que tengo es un estímulo y aliciente personal de seguir abonando a una agenda de corte social”.
¿Usted le cree?
El tiempo nos dará la respuesta.
El nuevo militante de la izquierda progresista sabrá:
1. Que en Puebla sólo un grupo, el de Nueva Izquierda —controlado por el actual senador Luis Miguel Barbosa Huerta—, lleva más de 15 años teniendo el control del PRD.
Este grupo es el que tiene el control y se reparte candidaturas, dirigencias, ayuntamientos y las propias prerrogativas estatales.
2. Que en 25 años de vida del PRD en Puebla no hay izquierda alguna, es un partido que está secuestrado.
3. Que a los militantes que se oponen a los dirigentes locales, como es el caso de la diputada federal Roxana Luna, sus derechos políticos son “linchados” y violentados. Hoy, los neoperredistas que tienen el control de ese partido persiguen y castigan a quienes se oponen al gobierno por defender alguna causa que ellos consideran justa.
4. Que los pilares fundamentales de un partido para los ciudadanos, por la democracia y la equidad social, quedaron atrás; se convirtieron en un partido de corrientes y grupos.
5. Que el PRD actualmente no tiene una identidad ideológica. Se ha convertido en un partido pragmático y neoliberal, sin principios ni ética.
6. Que el PRD ha optado por hacer alianzas con el PAN para ganar gobiernos y no lo son. Gobierna sólo tres estados (Tabasco, Guerrero y el DF) y en ninguno de ellos han sido militantes de la izquierda, son expriistas.
Si lo sabe y realmente le interesa rescatar al partido, seguramente Luis Maldonado Venegas pasará a la historia como el gran reformador y el militante que rescató al PRD de una de las peores crisis que vive el Sol Azteca en sus 25 años de existencia.