Después de analizar con detenimiento la denuncia que el equipo de Cordero-Oliva presentó ante la Fepade en contra Moreno Valle, se entiende la reacción tan violenta del morenovallista.
Resulta que el delito electoral por el que se le denunció a Rafael Moreno Valle contempla de uno a nueve años de prisión, lo cual explica su respuesta en contra de Francisco Fraile y compañía.
La ley es clara y dice que quien utilice vehículos oficiales o desvíe recursos públicos en una contienda electoral será privado de su libertad de uno a nueve años.
De ahí que la denuncia ante la Fepade sea una preocupación en Casa Puebla.
Y por eso la diputada federal Blanca Jiménez Castillo presentó dos denuncias penales en contra del exdelegado del Instituto Mexicano del Seguro Social Francisco Fraile García, por presunto desvío de recursos y daño al patrimonio federal.
El que escupe para arriba…
A la diputada federal e integrante de la planilla de Gustavo Madero se le aplica el refrán que reza: “El que escupe para arriba le cae en la cara”.
Hace unos días la diputada federal Blanca Jiménez se dio cita en la delegación de la Procuraduría General de la República para presentar una denuncia en contra de Francisco Fraile, acusándolo por presuntas irregularidades durante su gestión al frente del IMSS.
El miércoles por la noche fue detenido Miguel Jiménez Castillo por personal de la PGJ, e ingresado al Cereso de San Pedro Cholula, como presunto responsable de los delitos de corrupción de menores y por facilitar ayuda a la delincuencia organizada; además, estaría ligado con el cártel de los Beltrán Leyva.
Fuentes cercanas a la PGJ informaron de la detención del alguna vez exagente del Ministerio Público federal y exdirector administrativo de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del municipio durante la administración del panista Luis Paredes Moctezuma, donde fue obligado a renunciar tras ser ligado a la organización de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a petición del juez de primera instancia, quien en su contra dictó un auto de formal prisión.
No cabe duda que todos los políticos tienen cola que les pisen.
Veremos en qué termina esta tragicomedia.