La convocatoria es solo para comandantes.
Cada uno debe llegar provisto de un sombrerito con alguna figura de Walt Disney, un silbato, un babero y no deben olvidar los mil pesos, cada uno, para su lunch y para el pastel, del pago del payasito y de la música, y sobre todo los adornos, que correrán a cargo de todos los encargados de limpiar, “con la lengua”, donde camina el director de la Policía Ministerial del Estado (PME), Juan Luis Galán Ruiz, al que este día le festejan su cumpleaños.
A partir de las tres de la tarde deben presentarse todos los comandantes —hombres y mujeres— para cantar “Las mañanitas”, los que no puedan cantar podrían llevar a un detenido que, a base de sus “buenos oficios”, “cantan” en cualquier tono y con cualquier orquesta.
Para la celebración del cumpleaños, que deberá de ocurrir en el salón Castillo Dorado, que se ubica en la parte trasera del Hospital del ISSSTE no están invitados los agentes y jefes de grupo de la corporación, a ellos los hicieron menos porque no están seguros de que puedan juntar sus mil pesotes para pagar la comilona, aunque déjeme decirle que la mayoría de este personal que no va a ir está totalmente agradecido porque se niegan a pagar, aunque sea una “Chaparrita del Naranjo”, a quien los ha traído a pan y agua.
Los comandantes que deberán acudir a la comida de celebración tienen un regalo para su dilecto jefe, sobre todos los que han sido beneficiados con comandancias que les dejan muchas regalías; otros, los que se han “agarrado de la brocha” para que no los cesen o los consignen mediante los conocidos “chalequitos”, también deberán entrarle, ya que les conviene.
Eso sí, el regalo debe ajustarse a los esquemas de la Ley Orgánica de Servidores Públicos, por lo que quedan prohibidos los vehículos lujosos o no, las armas chapeadas en oro, los centenarios, las piezas de arte sacro o no, joyas, finos trajes, etcétera, y sólo se aceptarán ceniceros, plumas que no pasen de los 500 pesos de valor, pantallas de menos de 30 pulgadas, pasteles, además de tarjetitas acompañadas de su huevo Kínder.
En caso contrario, la Contraloría del estado debería de intervenir.
 
Dos casos de feminicidio en menos de una semana
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) debería en este momento preparar una excusa para justificar que en la zona que comprende el Distrito Judicial de Tepeaca en menos de una semana hayan ocurrido dos casos de feminicidio, donde el mismo número de mujeres fue “blanco” de violentos crímenes.
Deberá explicar a qué se debe que en estos dos casos la institución que persigue delitos no haya relajado su relación con los medios de comunicación, primero para que se conocieran informes completos de los dos crímenes violentos, que no solo servirían como alerta a todos los poblanos y después para que fuera identificada la primera mujer que desnuda y dentro de bolsas de plástico fue abandonada entre el infonavit Bugambilias y el corredor industrial de Chachapa.
Sería importante que algún organismo de Derechos Humanos, que no sea el de Puebla, que durante tres años —y los que faltan— “enterró” todas las quejas por abusos policiacos, intervenga para que se dé cuenta que todos los informes en materia de seguridad pública están secuestrados y que solo surge información que “maquilla” a una ciudad que lentamente se sumerge en la delincuencia y el crimen organizado.
¿Hasta cuándo?
Nos vemos cuando nos veamos.