Los rumores fueron muy insistentes, don Facundo Rosas Rosas, el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSPE), había renunciado o lo “habían invitado a renunciar”, y que estaba despachando en su lugar Juan Sánchez, uno de sus subalternos y gente muy cercana al exsecretario Ardelio Vargas Fosado.
Tras los rumores, la oficina de prensa de la SSPE salió de inmediato al quite y enviaron un comunicado que ubicaba a don Facundo en una reunión de seguridad en la zona de Izúcar de Matamoros, aun así los rumores siguieron.
Don Facundo Rosas sería el responsable directo de lo ocurrido el pasado 9 de julio, cuando personal de la Policía Estatal Preventiva (PEP) se enfrentó con pobladores de San Bernardino Chalchihualpan. Sus manos están manchadas de sangre y ni sus mismos subordinados le perdonan que se haya perdido todo el control en ese enfrentamiento y que, como consecuencia, un menor de 13 años de edad, José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, se encuentre grave.
Quien se dedica a esparcir el rumor de la renuncia del titular de la SSPE se olvida de que hay otros implicados en la masacre, están el mismo secretario de Gobierno y el mismo gobernador, no hay que olvidar que don Facundo no se manda solo, sino ya habría “empeñado” la SSPE.
El hecho de que al kilometro 16 de la carretera Atlixco-Puebla haya llegado uno de los grupos élite de “granaderos” deja en claro que desde que los pobladores en protesta tomaron la carretera ya no había intenciones de diálogo, sino de retirarlos a como diera lugar y esta orden le llegó a don Facundo de muy arriba, por eso el rumor de la renuncia debería ser para todos los implicados, todos.
Policías entrevistados por el reportero, que “sudan” por sólo comentar si usaron balas de goma o no, pero sí dicen que las armas utilizadas para lanzar granadas fueron usadas para agredir a los pobladores, explicaron que las granadas las disparan hacia arriba para que caigan donde está el grupo y en esta ocasión le dieron a los manifestantes a quemarropa.
Para que esta agresión que sufrieron los pobladores de San Bernardino se esclarezca en su totalidad no solo es necesario que renuncie don Facundo, éste solo es un paso, deben también ser removidos quienes dieron la orden, además de que debe de intervenir la Procuraduría General de la República (PGR) para evitar malos entendidos.
 
¿Sabe usted dónde está el presidente de la CDHP?
Por cierto, nadie sabe qué pasó con el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos de Puebla (CDHP), Adolfo López Badillo, para que fije una postura en relación con el conflicto de San Bernardino Chalchihualpan con el gobierno de Puebla.
El presidente debe de tener la cabeza “enterrada” en la alfombra de su escritorio, mientras que los mismos pobladores de San Bernardino esperan una intervención y, como consecuencia, una “recomendación”.
Pero no es así, el presidente López Badillo se está ganando su reciente ratificación, como lo hizo durante su pasada administración, donde se hizo el occiso de las quejas presentadas en contra de servidores públicos por abusos de autoridad y excesos en sus funciones.
La CDHP no ha intervenido en ninguna de las acciones represivas de la SSPE, tanto con los mototaxistas y otros grupos que han sufrido la violencia policíaca.
Este funcionario también debería renunciar, su trabajo deja mucho qué desear.
Nos vemos cuando nos veamos.