La torpeza con la que se manejó el operativo policíaco que desencadenó en la muerte del niño de 13 años José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, en San Bernardino Chalchihuapan, hundió al morenovallismo en la peor crisis mediática y de legitimidad política.
La arrogancia del grupo en el poder y el manejo despectivo del conflicto provocó que la crisis se le saliera de las manos al gobierno del estado, que tuvo una reacción lenta, muy al estilo de gobiernos represores del siglo pasado.
La denuncia en redes sociales, de algunos actores políticos ligados a la verdadera izquierda poblana y de unos cuentos medios locales, generó una ola mediática que poco a poco fue creciendo.
La muerte de Tehuatlie Tamayo aumentó la indignación en contra del gobernador que quiere ser presidente de la República, al grado de convertirse en tendencia nacional, según Trends Mexico.
Ante tal escenario de crisis, el morenovallismo recurrió a sus estrategias de siempre: guerra sucia, divulgación masiva de escenarios manipulados, distractores de todo tipo, cortinas de humo, como la vergonzosa explicación del titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Puebla, Facundo Rosas.
Para desgracia del morenovallismo, el efecto fue adverso y la imagen negativa del gobernador siguió en aumento.
Entonces, el mismo Señor de los Cerros tomó cartas en el asunto. Reunió a un grupo de medios de comunicación locales, llamado prensa TRIpack, para trata de lavar su imagen e inculpar a los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.
Lo único que provocó fue mayor encono en las redes sociales; actores políticos nacionales y medios de comunicación nacionales condenaron la muerte de Tehuatlie Tamayo. 
Y aún más, con recursos públicos, el morenovallismo, entercado en conseguir su exoneración, contrató un espacio publicitario en el canal de videos YouTube para contar su historia de la brutal represión del pasado 9 de julio.
Al ingresar al canal inmediatamente aparece el video, producido con un equipo profesional. Perfectamente editado, es toda una historia producida con un guión bien definido, subtítulos, slow cam, etcétera.
Al no estar firmado, el gobierno del estado podría estar faltando a la Ley de Transparencia al no firmar su comunicación, o cometiendo un delito por usar recursos para fines confusos u obscuros.
La historia fuera de la realidad.
En el video, un policía dice que había un grupo de personas encapuchadas, de unos 25 años. Además, se ve claramente cómo la gente abandona la carretera y se repliega hacia la parte alta del puente y los policías, que los siguen y rodean —aunque ya no estaban obstruyendo el paso carretero, ¿qué hacían arriba los policías?—, obviamente se defienden desesperadamente.
Y un dato más: El policía actor está enterito, no tiene ni un golpe visible.
Y para mitigar los daños mediáticos, el morenivallismo paga para que transmitan el programa deportivo dominical La Jugada TD en Puebla.
Más dinero público y todo para cuidar la desgastada imagen del gobernador, quien busca la exoneración.