Ayer el ombudsman Raúl Medina Plascencia anunció que la Comisión Nacional de Derechos Humanos incluirá entre sus pruebas periciales indagaciones a los fabricantes y proveedores del armamento utilizado por la policía y los proyectiles disparados en el operativo del 9 de julio pasado.
Hasta el momento, los grupos en conflicto tienes posturas encontradas. Los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan mostraron y tienen en su poder los cartuchos de los gases lanzados en su contra por la policía estatal.
Las autoridades locales han soslayado en todo momento la información detallada sobre el armamento ocupado en el operativo del 9 de julio.
Ha evadido explicaciones sobre la caducidad de las armas y, sobre todo, porque se ocuparon granadas y proyectiles de gas lacrimógeno. Tampoco ha informado bajo qué condiciones se ocuparon proyectiles y lanzaderas el 9 de julio. Ni mucho menos ha hecho públicas las restricciones en el uso de dicho armamento.
El ombudsman informó en rueda de prensa que solicitará información a los fabricantes del armamento utilizado en el operativo de San Bernardino Chalchihuapan.
Contamos con personal suficiente, con la experiencia y con la tecnología como para poder llevar a cabo nuestras propias determinaciones, dijo.
El pasado martes 12 de agosto, Intolerancia Diario documentó, con información técnica proporcionada por el fabricante de armas Defense Technology Corporation of America, que la policía estatal sí utilizó proyectiles con punta de goma en el operativo de 9 de julio en Chalchihuapan y pasó por alto las advertencias sobre el mal uso de las mismas, ya que provocaron serias lesiones y la muerte.
Conforme a las especificaciones de los cilindros de gas lacrimógeno —fotografías y videos del lamentable desalojo— que fueron lanzados en contra de los manifestantes, son considerados por su fabricante como “Proyectiles Antibarricadas con Punta de Goma No.14 CN calibre 37/38 MM con agente líquido activo (Barricade Proyectile Round, on liquid agent Foam Baton)”.
Los cilindros de gas con punta de goma son disparados por escopetas o lanzaderas y, utilizados correctamente al hacer contacto con el piso, después de una parábola, expanden el agente químico convertido en gas.
Este modelo fue descontinuado por el fabricante en el 2009, un manual de uso —obtenido por Intolerancia Diario— de la empresa Defense Technology especifica que estos proyectiles no deben ser disparados de manera directa a las personas, ya que puede causar la muerte.
Sin duda, el peritaje ordenado por la CNDH despegará todo tipo de especulaciones y pondrá a cada quién en su lugar. Sobre todo porque tanto el procurador Víctor Carrancá y el secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, buscaron distraer la atención al negar el uso de balas de goma, cuando en realidad estos proyectiles contienen una punta de goma (Foam Baton), como lo cataloga el fabricante norteamericano Defense Technology.