Las redes sociales, para ser más preciso YouTube, difundieron un video tomado a las 3:45 horas del 2 de mayo, del operativo alcoholímetro implementado por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTE) en la avenida Juárez, entre 29 Sur y calle Tlaxco, donde un elemento de la Dirección de Tránsito Municipal (DTM) somete a uno de tres sujetos que iban en estado de ebriedad a bordo de un vehículo del servicio de alquiler que no sólo se negaron a ser revisados, sino que se dieron a la fuga y al ser detenidos causaron daños a un poste y a un vehículo de Seguridad Vial del estado.
Resultado del altercado, que fue grabado por un teléfono celular y difundido en la red social, fueron detenidos: Ociel Alfonso Rivera Hernández, de 20 años de edad, conductor de la unidad 69 de base Tlaxcalancinco de taxi, sin placas de circulación; además de Manuel Ariel Ocampo Hernández, de 25 años de edad, y Pablo Castillo Martínez, de 22.
Al menos el primero fue acusado y consignado ante el Ministerio Público por delitos de resistencia y daño en propiedad ajena, con relación a los daños que presentó la patrulla V-217 de Seguridad Vial del estado y el poste del bulevar 5 de Mayo y Defensores de la República, hasta donde llegaron el taxista y su acompañante, y al parecer una mujer que iba en la parte trasera de la unidad.
Y fue el elemento placa 270, Jorge Hernández Hernández, con una antigüedad laboral de 11 años, quien sometió al hombre que con su celular grababa lo que ocurría en la avenida Juárez, identificado como Manuel Ariel Ocampo, quien además ya se había bajado del taxi y le gritaba al conductor que no se bajara y no abriera la puerta, además de que amenazaba a los agentes de Tránsito que en ese momento se encontraban en el lugar.
Y no fue otro que el director de la Policía Municipal Preventiva, Paulo Cesar Quiroz Martínez, quien dio indicaciones para que fueran revisados quienes iban a bordo del taxi que le comentó, porque estos, al ver el operativo, se detuvieron con la intención de ocultarse frente a donde se encuentra el antro El Tiradero, sobre la avenida Juárez, por lo que el agente Hernández Hernández y sus compañeros dieron cumplimiento a la orden.
En uno de los informes que al respecto rindió el elemento Jorge Hernández se manifiestan dudas del porqué el conductor del taxi y sus acompañantes se negaron a ser revisados. Primero, no tenían placas de circulación, luego pudieron haber ocultado algo que los comprometiera, como drogas, objetos robados e incluso armas de fuego.
De hecho, al momento de la revisión, el agente Hernández se percató de que en la parte trasera del taxi viajaba una mujer, mujer, identificada como Jenifer N., que ya no fue vista cuando esta unidad fue interceptada calles adelante, lo que invita a presumir que ésta pudo haberse bajado con lo que ocultaban los tres tripulantes de esta unidad.
Un dato interesante de lo que aquí le comentó es que Manuel Ariel Ocampo Hernández, el del video, estaría sujeto a investigación como presunto responsable del delito de robo de vehículo por receptación, de acuerdo con el expediente AP/1374/2012/7°, de la Séptima Agencia del Ministerio Público Especializadas en Asalto en Carreteras, en agravio de María Alejandra de los Ángeles Fonseca Venegas, además de que hay otros dos implicados que hasta el momento no han sido ubicados.
Hasta aquí todo indica y demuestra que la detención de los sujetos que intentaron evadir el operativo alcoholímetro sería parte de otra de las historias policíacas en Puebla, e incluso en el país, donde por una infracción de tránsito se descubren otros delitos graves.
Pero no fue así.
Bruno Gilbran Moran Campos, quien sería amigo incondicional de alguien cercano a Manuel Ariel Ocampo Hernández y quien es subcontralor de responsabilidades y situación patrimonial del ayuntamiento de Puebla, dio entrada a una queja en su contra, la 39/2014, y el 6 de mayo —dos días después del incidente— lo suspendió de sus funciones.
Este mismo servidor público no permitió que dentro de la queja presentada en contra del policía de tránsito hubiera desahogo de pruebas, sin más, sin tomar en cuenta los atenuantes de esa madrugada del 2 de mayo, con un video mal filmado y con el compromiso que debió tener con los cercanos a Ariel Ocampo, decidió ponerlo en la calle.
Y ahora resulta que el elemento suspendido de su trabajo ha recibido llamadas amenazantes de quienes detuvo, le piden 200 mil pesos para “dejarlo en paz”, hecho que ha ignorado él.
Lo que el subcontralor de Responsabilidades y Situación Patrimonial no sabe o ignora es que José Hernández ya presentó en su contra una denuncia en la Delegación Especializada en Atención de Delitos Relacionados con Servidores Públicos, además de que también dirigió una carta al presidente municipal de Puebla, para que esté enterado de cómo se “gratifica” las acciones de prevención del delito de quienes protegen a los poblanos.
Nos vemos cuando nos veamos.